quien ama no lastima

Oye tú!-Escuche la voz del gorila y de inmediato me levanté, desperté de ese hermoso sueño pero en el cual era acariciada por Deivis. -¿Qué te pasa?-Le dije frotando mis ojos. -El Jefe necesita que le planches está ropa-No había visto, pero el gorila sostiene en sus manos una camisa, y en la otra tenía una plancha el cable de está estaba enrollada en la mano de él.

-¿Yo?-me señale a mi misma y el asintió. -¿Acaso ves a alguien más?-Colocó los ojos en blanco y el gorila me tira la camisa en la cara. En el momento que me tiró la prenda de vestir, está clavo en mi ojo derecho.

-¡Maldito me has clavado el ojo!-Le grito y él sonríe.

-Si sigues hablando como tonta, el próximo objeto que te voy a lanzar será la plancha-No eso no, eso rompería mi rostro. Me levanté de la cama y le quité la plancha de las manos, tomé la camisa y la acomodé en la cama.

-Volveré en diez minutos-Dijo el gorila mientras salía de la habitación. No sé que se ha creído esa idiota, ahora me tiene como su sirvienta,
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