Jio está preocupado por ella.

Jio frunce el ceño al recordar lo que Kimi hizo todo por celos.

—Señorita Azami, Kimi no es mi amiga despues de lo que te hizo —añade molesto.

La voz del paramédico intervino.

—Hay postres especiales donde suelen moler el maní y ponerle mucho chocolate para ´confundir el sabor, debe percatarse de los postres, y preguntar si no tienen maní ya que su vida pudo estar en peligro —añadió.

—Si no pensé que alguien quisiera lastimarme, de seguro Kimi leyó mi hoja de vida y se nota que su disculpa no fue nada de corazón, aun me duele la pierna —añade adolorida.

—Qué bueno que no tiene fractura señorita Azami.

—Eso es un avance, ¿Cuánto tiempo necesito tener la aguja dolorosa metida en mi mano?, duele mucho —masculla.

—Hasta que la fiebre le haya bajado un poco más —masculla el paramédico.

—Señorita Azami mírame por favor deje que los paramédicos hagan su trabajo hasta que estes bien te lo quitaran, sé que puede doler, pero usted debe estar bien —añade suplicándole.

La vista de Azami miro a Jio y se dio cuenta que el de alguna forma se está preocupado de ella, ¿Pero por qué?, es algo que los desconocidos pasan desapercibidos según su experiencia propia con los jóvenes.

—Ok está bien, no se preocupe señor Jio, tiene razón. Hasta que este fuera de peligro, ¡Mi vestido me mataran esta noche, como voy a hacer! —Exclama sonrojada mirando a Jio de alguna forma la mirada de él, hacia que sus mejillas se sonrojaran.

—Señorita Azami su cara estar roja —añadió.

Azami agacho la mirada con pena.

—Disculpe señor Jio, creo que aun la fiebre no me ha bajado.

—Al parecer no.

—Monitorearemos su corazón solo por rutina —añade el paramédico.

Azami no le quedo más que seguir las indicaciones del paramédico, pero no pudo evitar esa sensación extraña que sentía, se nota que Jio quería protegerle, aunque sabe que Azami no es cualquiera es reservada, y educada, aunque para él sea extraño hay una parte que Jio le interesa, Justo la que está buscando, aunque el respeta decisiones que pueda tomar Azami, él sabe que su fuerte es leer los ojos de Azami, aunque ella no diga ninguna palabra, él ya sabe que pasa cuando se ven a los ojos.

Cinco minutos despues los paramédicos se van y Azami se siente muy apenada debido a que dijo que no andaba dinero por lo que Jio tuvo que pagar, por lo que ella se sintió un poco mal ya que piensa que él está gastando de más por culpa de algo que paso, cuando se fueron los paramédicos, la hermana de Jio intervino mientras Azami estaba en toalla, su cuerpo estaba cubierto.

—¿Qué rayos paso aquí? —Pregunta la hermana mientras Azami agacha su cabeza y baja la mirada viendo al piso.

Azami creció rodeada de muchas reglas por ende las pone en práctica afuera de su casa, la hermana de Jio sonaba alterada y sorprendida, cuando Azami se dio cuenta de eso, por respeto a esa discusión que se aproxima intenta ser sumisa para bajar la tensión por eso es por lo que su mirada está viendo el piso.

—Hermana espero que te haya ido bien en el viaje.

—No me cambies de tema.

—Dai sabes que Kimi le dio un postre a la señorita Azami que es la joven que trabaja para mí, y le dio un postre de maní, y eso le hizo daño, por cierto, quitarla de la lista ella no entrara a esta mansión ni en sus sueños, lo que hizo hoy está mal, la trasladare a otra oficina, aunque no se me dan ganas de darle de baja del trabajo.

—Que feo hermano, pero ¿Qué rayos paso con el vestido que está en el sillón? —Pregunta.

—Le pasé la tijera, no supe que hacer la señorita Azami tenía fiebre.

—¡No debiste hacer eso, acaso no conoces que tiene zipper el vestido!.

—No me acorde en ese momento lo siento señorita Azami.

—No importa —dice mientras tiene su mirada en el piso con su cabeza agachada.

—¿Señorita Azami puedes verme, levanta tu vista ahora? —Le ordena.

Azami alza su rostro y su mirada se fija en Jio, quien la observa, Jio levanta la ceja y su hermana Dai se sorprende.

—A la orden señor Jio —responde educadamente.

—Te presento a mi hermana Dai quien te regalara ropa nueva —añade Jio mientras sus manos sudan.

—Mucho gusto yo soy Azami —añade Azami un poco tímida.

—El gusto es mío de conocerte, ven subamos a mi habitación te conseguiré ropa adecuada para ti, aunque ropa larga no tengo, ya veremos cómo te visto —añade Dai.

—Gracias.

Azami se levantó.

Con permiso señor Jio gracias por pagar todo, no sé cómo le voy a pagar, con su permiso subiré a la habitación de la señorita Dai.

—Siéntase como en su propia mansión —añade Jio mientras Dai levanta las cejas, Jio olvido que su hermana estaba allí viendo y Jio aparto parte del cabello de Azami ya que tapaba su cara y no le deja ver, Azami se exalto un poco ante el roce y quedo hipnotizada.

—Yo…

—¿Ha? —Pregunta.

—Nada señor Jio solo que no me cansare de agradecerle.

—Eres demasiado educada.

—Asi me criaron —rectifica.

—Vamos es por aquí —indica Dai.

Dai y Azami subieron un pequeño ascensor para llegar más rápido a la habitación.

La habitación rosadas donde se encontró Azami era grande olorosa, y muy amplia se podía ver el cielo, algunos pájaros que volaban por los aires se podía ver desde la ventana.

—Azami como veras tengo Vestidos moderados que no son tan largos hasta abajo que cubren hasta el tobillo, eso si no tengo, pero si medianos que llegan a la rodilla si, pruébate esto bienvenida a mi habitación, disculpa a mi hermano Jio a veces suele ser un apersona muy entrometida, lamento que Kimi te haya hecho la vida imposible y tuviste que tragar un trago amargo, pero no te preocupes todo está bien, solo es un vestido decente, te lo prometo no veas asi —masculla.

—No es eso Dai es que esta noche tengo una reunión familiar, y van a celebrar la despedida de soltera de una de mis primas se casara y bueno tengo que estar lo más presentable posible, y bueno como mi vestido se arruino, no sé qué hare —añadió suspirando.

—Pruébate el vestido rojo, con estos tacones, te maquillare suave, al natural, te vendrás más linda de lo que ya eres, mídetelo y esta noche llegaras espectacularmente a tu lugar de destino, ¿Esto ya lo sabe mi hermano Jio? —Pregunta discretamente.

—Aún no se lo he dicho —masculla.

En ese momento la voz masculina de Jio intervienen es evidente que él no se iba a quedar en la sala, por lo que quiso dar una sorpresa.

—¿Qué es eso que no me ha contado señorita Azami? —Pregunta mientras Azami no se dio la vuelta en ningún momento, solo sentía la presencia de Jio atrás de su espalda.

Los ojos de Azami se abrió con exageración.