De hecho, Ellen no entregó muchas cosas a Juliana.Incluso no eran cosas importantes.Eran algunas cositas que habían comprado cuando viajaban, y un álbum de fotos.Era increíble que Santiago guardara estas cosas.Sin embargo, Juliana tampoco se las llevó.Después de mirarlas con Ellen en el estudio
Juliana siguió a Diego fuera del auto y se encontró con Emiliano.No se habían visto en mucho tiempo.Casi dos años.Ese rostro se superponía con el del joven en su memoria, y parecía que la chica recordó a otro viejo amigo.Juliana se detuvo y le sonrió al hombre.—Hace mucho que no nos vemos, ¿vie
—¿Por qué me miras así?Después de sentarse en el restaurante, Juliana notó que Diego la miraba con expresión rara.Luego de pedir los platos, le preguntó a su hermano.Diego respondió sin rodeos, tamborileando con los dedos sobre la mesa: —Nada. Solo me preocupa que te enamores de ese hombre cuando
La comida, naturalmente, terminó con otro tema.Diego y Juliana evitaron a propósito este tema y hablaron sobre otras cosas.Por ejemplo, cosas en el trabajo y otras cosas en casa.Al final, Diego perdonó a Juliana por ir a Siers.Para las familias, nada era más importante que la seguridad de Julian
—Lo siento, no sabíamos que vendrían ustedes, ya no había habitaciones suficientes.Juliana respondió sin rodeos con sonrisa.Ella sabía que, si su madre decía esto, inevitablemente sería regañada por Renata.Pero Juliana podía decir esto a Laura.Como víctima que casi murió en ese accidente, Julian
—Reservaremos hotel, ¡tampoco queremos vivir en tu casa!Sin embargo, Laura fingía estar tranquila.Se escondía detrás de Renata y dijo: —Vengo aquí para acompañar a mamá. Eres realmente tacaña, y ni siquiera quieres pagarnos una habitación de un hotel.Laura se quejaba en voz baja.Al escuchar esto
—¡Imposible! He visto que...Antes de que Laura terminara de hablar, Camilo la sobresaltó.La mirada aguda de Camilo apuñaló a Laura como un cuchillo, por lo que ella no se atrevió a decir más.Laura se sentó obedientemente a su lado.Renata y Cayetana estaban sentadas en el asiento trasero, Laura e
Camilo no se molestó en responder y la miró con cara fría.Al ver esto, Laura supo que no podía depender a su padre, así que se acercó a Renata en busca de ayuda.—Mamá, papá me regañó. Después de vivir en Marea por unos días, ha olvidado a su otra hija. Estoy muy cansada después del viaje, vengo aq