Rafael: [¿Necesitas ayuda? ]Con solo una frase, Rafael no dijo nada más.Debido a esta frase, Juliana borró todas las palabras que había escrito y luego comenzó a dudar nuevamente.Escribía y borraba una y otra vez.Después de un rato, el celular sonó de repente y Juliana recibió una llamada de Raf
No solo Juliana, sino también los demás en la mesa se pusieron hoscos.Sobre todo, Senona, que estaba sentada al lado de la chica, su rostro se volvió muy pálido.Senona sintió miedo con solo el nombre de Santiago, lo que demostraba que esta mujer había sufrido mucho.—¿Dijo para qué vino? —preguntó
—Aún no tengo planes, debería quedarme en casa.Juliana apretó los dedos y respondió conteniendo la impaciencia.Hacía frío en invierno y ella no tenía algo que hacer afuera.—Ya —asintió Santiago, inclinando la cabeza para mirar a la chica—. Ya que no tienes planes, ¿si tengo el honor de invitar a
Como pensaba Gabriel, Santiago era un completo lunático.Al escuchar las palabras de Gabriel, Santiago todavía estaba muy tranquilo.—Hermano, no se preocupe por la opinión de la familia Torres. Para mi madre, soy nada y creo que no le importa mi matrimonio. En cuanto a ese vejestorio…Santiago no p
Juliana no se molestó en hablar más con Santiago y subió.Santiago siguió a Juliana hasta el mejor dormitorio principal.La habitación se veía como la de una princesa del castillo, lo que sorprendió a Santiago porque él no esperaba que la decoración del dormitorio de Juliana era tan infantil.—¿Esta
Santiago, aunque creas que debemos ser francos entre sí. ¿Pero no crees que debes respetarme? Si quieres revisar los mensajes en mi celular, tienes que decirme.Juliana sintió que la persona frente a ella no era razonable.Echó un vistazo al móvil de Santiago en la mesa, sin tener ningún interés por
Al escuchar las palabras del hombre, Juliana abrió los ojos y las náuseas fueron reprimidas por el miedo.Ella levantó los ojos y miró al hombre con emociones complicadas.Santiago se burló y desenmascaró directamente la mentira de Juliana.—Ya lo has recordado todo y todavía tienes que fingir ser e
Santiago tragó saliva, era difícil ver esa expresión en su rostro.Tomó la mano de la chica, contuvo sus emociones y dijo con voz profunda: —Julita, miremos hacia el futuro. Has aceptado mi propuesta, ahora eres mi prometida.Santiago expuso los hechos para tranquilizarse y recordarle a la mujer fre