—Vale, vale, vamos.Javier estaba alegre y las llevó al restaurante.Originalmente, quería llevar a ellas a probar platos típicos, pero las dos chicas rechazaron.Después de comer los platos cocinados por los extranjeros, ellas ya no quería probar más comida típica.Aunque tal vez los platos en los
Juliana consiguió cambiar de tema, y los tres comenzaron a hablar de chismes y otras cosas divertidas.Mientras charlaban, envitaban mencionar las temas desagradables.Después del almuerzo, Javier llevó a las dos señorita al hotel para que descansaran.Javier reservó boletos de avión para mañana por
Por supuesto, esto no significaba que pudieran dejar de estar alerta completamente.Ser rodeado por un enjambre de moscas podía resultar perturbador, aunque no sentían ningún peligro.—Regresen al hotel para descansar primero. Hay alguien esperándolas en la recepción, solo necisitan decirle sus nomb
De hecho, no pasaría nada.En los cuatro años en Siers, Juliana había visto muchas veces a este hombre guapo enojarse con ella.Pero cada vez, George no hacía nada con ella.Porque generalmente este hombre no haría algo tan descarado como golpear a una mujer, a excepción de aquellas mujeres peligros
Juliana descansó muy bien.No dormía con todas las cortinas cerradas.Tal vez estaba acostumbrada a quedarse en el ferry, y también le gustaba sentir la luz del sol reflejada desde el mar en la habitación durante su siesta, por lo que se acostumbró a la tenue luz.Así que después de hablar con Georg
—¿Ese es el amigo que encontraste hoy, hermanita? ¿Incluso tienes amigos aquí?Mientras entraba al hotel, Javier habló de repente.No miró a propósito a George parado junto al todoterreno, solo echó un vistazo y preguntó a Juliana.Juliana no le ocultó la verdad a Javier y dijo sin mirar atrás: —Es
Al decir esto, ella sonrió mientras miraba a Javier.Javier la miró seriamente por un momento, luego sonrió ligeramente. —Juliana, es mejor que pienses de esa manera—dijo.No se quedó mucho tiempo con Juliana, una vez que dijo lo que tenía que decir, sin preparativos adicionales.Después de tomar s
El coche ya había entrado en las concurridas calles del pequeño pueblo, llenas de gente, lo que también hizo que la velocidad del vehículo disminuyera gradualmente. Juliana apoyó la frente en la ventana del auto, observando con seriedad la cultura de otra etnia. A diferencia de los locales que simpl