—Cariño, no llores, de lo contrario, realmente te antipatizaré. Ahora tienes los ojos rojos de un conejito.Diego vio que Luna iba a llorar, recordó que había oído hablar de que las mujeres embarazadas no podían llorar, por lo que se apresuró a bromear.Aunque dijo así, se podía ver la preocupación
—Como había vivido en Siers, por supuesto no sientes miedo, señorita.El hombre que la capturó tomó el bolso de Juliana y le ató las manos con algo suave pero frío.—Lo siento, señorita Román. Somos secuestradores profesional, no podemos acceder su súplica. Por favor, no se mueva ahora, no le lastim
—No es por eso. El conductor explicó con un tono calmado, difícil de imaginar que la persona que hablaba estaba secuestrando mientras conducía a esa velocidad.—Solo que en los encargos anteriores, no faltan clientes que al principio actúan tan calmados como usted. Tratamos a todos de manera relati
Antes de subir las escaleras, Javier aún albergaba la esperanza de que todo estuviera bien. Quizás simplemente no había respondido mensajes ni llamadas porque estaba cansada y se había quedado dormida, preocupada de que las notificaciones del teléfono la despertaran y había activado el modo "no mole
Sin embargo, nunca imaginó que la próxima noticia sobre ella sería que estaba desaparecida. La llamada no dio muchos detalles, pero inmediatamente se dirigió al lugar de residencia de Juliana según la información de Javier y también envió personas a buscarla intensamente en Marea.Además, también se
Adrián ajustó sus anteojos y dijo: —He intentado comunicarme con él, pero hasta ahora no he recibido ninguna respuesta.No tenía el contacto de Santiago y sabía que las llamadas y mensajes por WhatsApp no serían efectivos. Así que, de manera un tanto absurda pero efectiva, optó por un método que sa
Pero incluso cuando estaba aburrido, no bromeaba con la vida de Juliana.Solo podía ser real.Santiago, después de sopesar la situación, dio una respuesta rápida: —Volveré al país lo antes posible, y avisaré a la gente en cuanto pueda. Pero creo que, con respecto a Marea, señor Torres, usted está m
Para sorpresa de Santiago, la llamada se conectó. En realidad, estaba molesto y, con una actitud de prueba, fue a buscar la respuesta que tenía en mente.En el momento en que la llamada se conectó, la respuesta ya estaba más o menos clara. Aparte de ese anciano que casi tenía un pie en la tumba, San