Al final del video, Juliana saltó a las profundidades del mar hacía cuatro años bajo la mirada de todos.Incluida la escena en la que ella estaba en la larga tabla flotante con enfermedad, fue humillada con palabras, y luego quiso acudir a Santiago para darle una lección a esa persona insultando.Er
Después del almuerzo.Rafael no faltó a su palabra, llamó a Diego ante Juliana para pedirle que fuera a recogerla.Diego había estado esperando durante mucho tiempo con Sergio y Emiliano en el viejo barrio residencial, y ellos almorzaron en un figón abajo al azar.Sin embargo, aunque este lugar pare
Al escuchar esto, no solo Rafael, sino los ojos de los demás también se dirigieron hacia Juliana.La delgada chica estaba oculta detrás de Diego, pero se asomaba, así que se veía la cicatriz no profunda pero un poco larga a la luz.Esto también hizo que los rostros de Emiliano y de Sergio cambiaran
No era extraño que se sintieran atraídos.Diego comenzó a imaginar la historia de estos edificios y a qué tipo de personas se les ocurrió la idea de construirlos aquí al principio.Y luego lo que sucedió causó la situación actual.Probablemente solo Rafael podía darles una respuesta a esta pregunta.
Por supuesto, este barrio residencial no estaba completamente cubierto por el soplo de vitalidad.Rafael podían ocupar un edificio entero, pues… en el lugar oscuro, existían fuerzas grises.Pero en comparación con antes, el lugar donde brillaba el sol se había expandido mucho.Era inevitable que las
¿Qué tipo de sentimiento tenía en ese momento Juliana?En los últimos cuatro años, Santiago y Ellen nunca la habían tratado mal.La comida, la ropa y la residencia, siempre que quisiera ella, podría lograrlas fácilmente.Pero era inevitable que a menudo repitiera una voz en su mente: —todo en el mun
—¿Algunas dudas?Adrián ya se había bajado del asiento del conductor, se acercó al asiento trasero y caballerosamente le había abierto la puerta a Juliana.No se apresuró a instar a la chica en el auto a que se bajara, sino que simplemente se paró frente a la puerta con una leve sonrisa, bromeó: —¿O
—Pero…Antes de que Juliana pudiera terminar de hablar, Adrián la interrumpió.—Hermanita, entiendo lo que quieres decir. Pero es responsabilidad de los hermanos devolverte la llave, y es tu confianza entregarnos la llave. Pues no puedes mantener la contraseña.La voz de Adrián no era rápida ni lent