Sentado en el sofá de enfrente, Santiago de repente perdió las palabras. Realmente no entendía la obsesión de Juliana, que había perdido la memoria, con los Román.Según lo que ella decía, sus recuerdos se detenían hace cinco años, entonces los Román, en su percepción, no eran más que extraños a los
Miguel, un traidor. ¿Cómo podría Santiago tolerar que siguiera cerca de él? Incluso si el chico intentó explicar desesperadamente la noche anterior, diciendo que lo hacía por su bien, Santiago no mostró piedad.La forma de castigo seguiría las reglas establecidas anteriormente. A pesar de haberle re
Aunque el cuerpo no se encontraba bien y había experimentado tantas fatigas en los últimos dos o tres días, era inevitable que ocurrieran algunas complicaciones. Incluso para una persona común, recuperarse de un pequeño resfriado lleva al menos una semana, y mucho menos cuando Juliana tenía fiebre a
—¿No te sientes bien?— preguntó él.El que la sostenía notó de inmediato la incomodidad de Juliana y, bajando la mirada, frunció el ceño antes de hacerle una pregunta.Juliana no estaba de humor para responder.Pero el entrecejo fruncido de la joven era suficiente para revelar su malestar.Santiago
Las olas se agitaron en la superficie del agua, dispersándose por el pasillo flotante donde los guardias de negro se agruparon rápidamente en esa dirección.El hombre con cicatriz luchaba violentamente en el agua, esforzándose por subir a la pasarela flotante. Sin embargo, los guardias de negro no l
Las olas del mar se agitaban. En la oscura noche, las olas golpeaban una y otra vez una larga tabla flotante, como si en las interminables aguas del océano acechara una bestia gigante lista para engullir a cualquier persona.La joven que acababa de lanzarse al agua se sumergió rápidamente en las pro
— ¡Señor Torres, por favor, suba al barco!— Las voces eran uniformes y majestuosas.Incluso el hombre de la cara marcada, parado no muy lejos, retrocedió involuntariamente dos pasos.Él lamentaba una vez más haberse metido con este rey del inframundo, pensando que perder la protección de los Torres
Las corrientes estaban tumultuosas.Ya fuera el agua marina profundamente oscura o las multitudes en tablas flotantes o en el agua, todo había sido testigo de un dramático evento.Algunos obedecieron órdenes y se sumergieron para buscar a la joven pálida y aparentemente frágil, mientras que otros es