Miguel estaba apostando.Apostó que todavía tenía algún uso para Santiago, y que se preocupaba por Juliana.«Aunque se esté divirtiendo por capricho, no debería dejarla a su suerte.»«Si no, ¿por qué se hizo tanto para salvarla?»La mujer estaba gravemente herida. Resultaba ventajoso contar con un m
El aire era estancado.Miguel se dio cuenta de que Santiago estaba de mal humor, y la interrumpió: —Aún no estás curada. Yo cocinaré.Sintiéndose un poco avergonzada, Juliana observó a Santiago.—El Dr. Rodríguez es un invitado. ¿Cómo podemos dejarle cocinar? Si están preocupados por mí, pueden veni
Juliana había hecho planes cuando estaba recuperándose estos días.En realidad, habían tenido la buena suerte. Nacieron en familias ricas y habían tenido cosas que la gente normal no podía tener.Ella también había sufrido mucho.Pero de todos modos, se sentía afortunada.«Aunque Emiliano y yo estem
Ella realmente pensaba que era una pérdida de dinero.«¿Cuántos días llevamos aquí?»«Es menos de un mes. ¿Y nos mudamos? ¿Y no nos devuelven el alquiler?»«¿Cómo puede ser tan estúpido?»—¿De qué te ríes? Ya no somos ricos. Aunque lo fuéramos, no deberíamos malgastar el dinero así.Juliana miró con
Llamaron a la puerta con fuerza, como si no fueran buenos que vinieran.Santiago miró a Miguel, quien estaba un poco preocupado.Temían que el pasado reciente fuera sólo la calma antes de la tormenta.Los Román no podían encontrar a Santiago, pero estaban buscando a Miguel.Miguel vio algunos anunci
—No, no hay ningún problema.Este hombracho se sobresaltó por la mirada de Santiago, y añadió temblando.Santiago asintió en voz baja y estaba bastante satisfecho: —Ya que no hay problemas, ¿volveré primero?El hombracho respondió, como si no hubiera reaccionado por el susto, estaba atónito y planea
Probablemente cuando escuchó la disputa afuera de la puerta, mezclada con el dialecto local, supo que no era de Riobela, por lo que se atrevió a salir.Santiago se dio la vuelta, contuvo el desdén en su rostro y dijo en tono ligero: —Acaba de irse.—¿De qué hablaron?Juliana no había salido de la ca
—Yo...Miguel miró hacia atrás por un momento, sin saber qué responder.Fue tan repentino que nadie esperaba que Santiago saliera corriendo de repente, y mucho menos Juliana, Miguel también lo siguió sin pensar.«¿Cómo puedo notarla en esta ocasión?»—Salí por mi cuenta, y no tiene nada que ver con