El anciano, una vez que comenzó a hablar, no parecía tener intención de detenerse.En particular, cuando se trataba de conocimientos especializados, Juliana apenas podía entender.Solo escuchaba confundida, asintiendo de vez en cuando, sin preocuparse realmente si entendía o no.Ernesto, impaciente,
—¿Y tú quién eres?Preguntaron con enojo los que estaban junto a Juliana, su tono era particularmente agresivo.—Dices que difamamos a la persona buena, ¿pero cuánto sabes tú? ¿Por qué estás tan ansiosa por ponerte del lado de la supuesta víctima? ¿Acaso eres cómplice de la hija de Alejandro?Muchos
En la escena, tanto la gente presente como los espectadores de la transmisión en vivo casi alcanzaban un consenso.No solo durante la transmisión, sino que la gente alrededor de Alejandro comenzó a cuestionar en voz alta.—¿Dónde está la justicia? Lo han golpeado hasta dejarlo así, y en lugar de det
A pesar del caos, las personas al frente se mostraban visiblemente asustadas.Afortunadamente, la presencia policial en el lugar ayudaba a mantener el orden, y los equipos de los periodistas servían como una barrera que impedía que el caos se agravara.Gabriel observaba impasible todo lo que ocurría
Con la caída de su voz grave, el lugar se silencia de inmediato.Todos los ojos se fijan en Gabriel.Incluso Sonia, que estaba detrás de él, detiene sus pasos, sus ojos ligeramente enrojecidos mirando hacia él.En la oficina del presidente de MRC, otro par de ojos observan a través de la pantalla de
—¡Lo hiciste muy bien, Feli!Diego exclamó, sentado en el sofá de la oficina del presidente de MRC.Aunque sabía que Gabriel había copiado ese video de vigilancia antes de bajar, no pudo evitar sentir una emoción de alegría al ver la verdad frente a todos.Él acarició la cabeza de Juliana, que estab
La noticia, una vez difundida, causó un gran revuelo en la sociedad.La publicación en internet, redactada desde una perspectiva personal, no abundaba en detalles y comenzaba con una advertencia de que no garantizaba su veracidad.Según contaba el autor, citando a sus mayores, Alejandro, en su juven
Gabriel, al escuchar la pregunta del reportero, bajó la mirada y le echó un vistazo.A través de la cámara que llevaba el asistente a su lado, respondió con firmeza: —Creo que esta es una cuestión privada y tengo el derecho de elegir no responder. Su pregunta me parece algo intrusiva.Más que intrus