—Tú...— Cayetana estaba enojada, pero se contuvo, mirando a Juliana con ira. —¡Ya verás!—Claro, estaré esperando ver tu desempeño, prima.—Juliana sonrió, desactivando hábilmente su amenaza.Los ancianos alrededor se reían de la disputa entre las dos jóvenes.Por supuesto, lo tomaron como una broma
Con unas palabras, Cayetana y los demás participantes dibujaron a Sazón del Alma como arrogante y desdeñoso, comportándose con altivez después de haber ganado varios campeonatos, como si miraran con desdén a los demás restaurantes.La mayoría de los concursantes eran jóvenes con temperamentos fuerte
—¿Qué dijiste?El joven estaba furioso con Juliana, ya no le importaba la etiqueta y se acercó directamente a ella.—¿Por qué hablas así de mí? ¿Acaso lo que dije está mal? Eres una mujer, no pareces tan mayor, y aquí, como jueza, nos estás humillando. ¡Te dijimos que te largaras y deberías hacerlo!
Un tono familiar hizo que Juliana levantara la mirada y siguiera la mirada de todos para encontrar la fuente del sonido.Lo que vio fue a Emiliano con una chaqueta y corbata.Su traje negro destacaba su figura esbelta, y sus largas piernas se movían con determinación.Juliana se sorprendió.¿Cómo po
—Reconocer tus errores es algo raro hoy en día. Acepto tus disculpas— respondió Juliana.Para aquellos que podían aprender de sus errores, ella estaba dispuesta a perdonar.Miró seriamente al joven, ofreciendo algunos consejos adicionales.—Eres joven, es normal dejarse llevar por las palabras de lo
Si Juliana pudiera escuchar sus pensamientos, no solo dejaría de tratarlo bien, sino que lo maldeciría fuertemente.¿Qué sueña este tipo?¿Él tenía ese derecho?No categorizarlo como un enemigo ya era mostrar una gran generosidad por parte de ella. ¿Y aún quería compararse con desconocidos?Al menos
—¡Ve! ¡Por supuesto que sí!Antes de que Ernesto pudiera responder, Dr. Alonso se adelantó.Estaba preocupado por qué comer al mediodía, ya que incluso el aroma de la comida de la Casa Grandiosa no le apetecía, especialmente después de haber estado comiendo los platillos preparados por Juliana estos
Al escuchar estas palabras, Juliana se detuvo en seco. Se quedó en silencio, pensando si debía responder o no, pero Camilo ya había respondido por sí mismo.—Recuerdo que el señor Torres mencionó algo antes, ¿verdad? ¿El apellido es Román? Las personas de los Román no son simples, ¿verdad? Luzmarina