Juliana replicó con determinación.Ella nunca pensó que la industria en la que Diego trabajaba fuera inmoral. Era cierto que algunas personas en ese negocio actuaban de manera desvergonzada, pero ¿qué tenía que ver eso con personas inocentes?Si él pensaba que el mundo del entretenimiento estaba lle
Emiliano clavó la mirada en Sergio, pero Sergio no sintió que hubiera dicho algo incorrecto.El estado mental de Emiliano ya era problemático de por sí.Tomaba medicamentos todos los días y, de vez en cuando, iba a ver a un psicólogo.—Ah, por cierto, aquí están las llaves de tu auto— dijo Sergio sa
Antes, Juliana y Emiliano ya habían intercambiado palabras similares, así que él ya tenía la respuesta en su mente.Él le dijo con calma: —Soy su hermano, ¿no puedo intervenir en sus asuntos?Sus palabras dejaron a Sergio atónito, tan sorprendido que no sabía qué decir.¿Hermana?¿Realmente pensaba
Camila se enteró de esto solo después de que el personal se lo recordara.Dado que era una figura pública, debía cuidar su imagen, de lo contrario, causará muchos problemas al equipo de relaciones públicas.No solo el personal la había advertido, incluso Frida vino al hospital para recordárselo.Los
—¿Cómo es posible que aún tenga fotos tuyas, Javier no lo había solucionado?Diego frunció el ceño al ver en la pantalla de su celular una foto de Juliana con una mujer desconocida, y dijo: —¿Quién es esta ahora? ¿Cómo es que sigues tomándote fotos con otras personas? ¡Ni siquiera tenemos una foto j
Juliana y Javier rápidamente aseguraron la cuenta de redes sociales de la enfermera y borraron toda la información privada que ya se había difundido, evitando así que su privacidad se siguiera propagando.Juliana le pidió a Felipe que le dijera a la enfermera que evitara usar internet en la medida d
La batalla mediática nocturna fue momentáneamente ganada por los seguidores de Camila.Aun en plena madrugada, celebraron con fiereza.Desde la habitación del hospital, Camila vio cómo la opinión pública se inclinaba abrumadoramente a su favor y dejó escapar un suspiro de alivio.Tomó el teléfono y
—Por cierto, recuerda comer bien y no levantarte tan tarde, si sigues así, terminarás sin desayunar.Antes de que la llamada se cortara, Mauricio no pudo evitar soltar algunas palabras más.—Diego es un hombre, así que no se preocupará por los demás, pero tú debes cuidarte, ¿entendido?—Entendido, ¡