Juliana se sintió un poco desanimada, pero sabía que necesitaba tiempo.Desde que Diego tuvo la capacidad de ganar dinero, nunca había vuelto, y no iba a cambiar de opinión solo por unas palabras suyas.A pesar de sentirse decepcionada, no perdió la esperanza y todavía se preocupaba por Diego: —Die
Al otro lado del teléfono, parecía que Susana soltó un suspiro de alivio. Luego, su tono se volvió aún más suave, —He oído que en tu divorcio con Emiliano, él te ha dado una buena cantidad de activos, incluso la Mansión Arroyo que el abuelo les compró a ambos ahora está a tu nombre, ¿verdad?La son
La palabra de Juliana se quedó atorada en su garganta.¿Es que si lo suave no funcionaba, iban a intentar con amenazas?Juliana no pudo evitar sonreír, tanto por la táctica de palo y zanahoria empleada por Susana como por el hecho de que ella misma tenía el poder de hacer que doña Susana se sintiera
En la antigua residencia de los Torres.Después de colgar el teléfono, Susana se frotó el entrecejo, frustrada. —¡Ese chico solo me trae problemas!—Señora, cálmese.Josefina, que había cortado algo de fruta, intentó consolarla. —Los hijos siempre traen preocupaciones, y además, no es culpa del jo
—Está bien, Josefina, no hablemos más de eso. Ve y haz lo que tengas que hacer, yo descansaré un poco.Susana estaba algo cansada después de tomar la medicina y sonrió con resignación ante el comentario de Josefina.La elección de Juliana por parte del abuelo no había sido solo por gusto; los Garza
En la tableta de informes estaba el post que Emiliano había publicado.[La persona que quiero casarme siempre ha sido Camila.]La página era una presentación de PowerPoint hecha por el departamento de relaciones públicas, y aunque no se podían ver los comentarios debajo del post, no hacía falta much
Aunque Juliana había eliminado el post, los medios de comunicación tenían capturas de pantalla y habían publicado noticias aprovechando la situación para generar discusiones, y la cantidad de debates seguía siendo significativa.—Salgan, ya sé lo que debo hacer.Emiliano puso la tableta a un lado, t
—¿Qué locura está haciendo ahora?Juliana ya no sentía tanto alboroto interior al escuchar el nombre de Emiliano. Sabía que en este punto, difícilmente habría buenas noticias de su parte, por lo que prefería no saber.Había un dicho que resonaba en su mente: si su ex no estaba bien, eso significaba