Los chicos no le quitan la mirada de encima, por lo que opta por cerrar la puerta y las persianas, para tener un poco de privacidad y poder disfrutar de ese hermoso gesto que ha tenido para ella. Es la primera vez que le regalan flores, por lo que la ha dejado con la piel de gallina de la emoción. Toca con delicadeza las flores, dejando escapar una sonrisa, le toma un par de fotos y se las envía a su amiga y a Emilia, diciendole que Adriano se las ha regalado. Enseguida responden al mensaje, haciendo que Eliza se ruborice aún más. Acomoda el ramo de flores en un florero improvisado y sale de su oficina a esperar los resultados de la grabación, mientras que repasa lo que tienen hasta ahora en caso de que haya pasado algo por alto. —¿Tienen información sobre el terreno donde se encontraba la cabaña? —le pregunta a David. —No hay nada que lo vincule a un propietario ni reportes de asesinatos o algo que nos lleve a alguien —se reclina cansado. —¿No hay ninguna otra propiedad cerca? ¿a
Al Leonardo estar en ese lugar, Adriano sabe que está metido en serios problemas, muy pocas veces lo ha visto así de molesto cómo lo está viendo en ese instante, pero hay cosas que al igual que él, no está dispuesto a ceder.Por la ruta que Leonardo agarra se da cuenta que lo lleva a su apartamento de soltero, al menos no tendrá que lidiar también con su mamá en este instante, aunque pensó que eso era precisamente lo que le iba a hacer a modo de castigo. Últimamente han sido muchas las sorpresas que ha recibido de su hermano, quizás el ser padre lo está hablando un poco.Llega al apartamento y por la forma en que azota la puerta se da cuenta de que lo que viene a continuación puede que colme su paciencia.—¿Cómo te atreves a pelearte con Yoander en público? aunque abandonó el cartel, ha sabido ganarse el respeto —camina de un lado a otro, preguntando donde tiene su hermano la cabeza— te puede meter en graves problemas si el resto lo llegan a saber, además de que él puede ser un gran r
Eliza regresa a su oficina con la cabeza enmarañada de hipótesis y con la certeza de que su jefe y Adriano se traen algo entre manos, de lo contrario ¿por qué se verían escondidos en ese restaurante? Necesita hablar de todo esto con alguien, quizás de ese modo pueda ver el panorama completo e ir ubicando las piezas del rompecabezas. Tenía pensado descartar la invitación de Adriano, pero con lo que acaba de ver, será mejor ir con él. Solo espera no llevarse una sorpresa desagradable. —Chicos, les tengo noticias, pero antes les voy a dar el contexto de lo sucedido. Todos dejan las computadoras y el teléfono a un lado y le prestan atención, le parece raro el comportamiento que tiene. —Hace poco recibí una llamada de un informante que fue pandillero o miembro activo del cartel el Turpial Rojo y me pidió reunirme con él en secreto para darme toda la información necesaria para atrapar al jefe y desmantelarlos, obviamente yo acepté asumiendo todos los riesgos —ve la cara de asombro y des
Quedan los tres hombres con una gran responsabilidad sobre sus hombros, que también lleva un gran riesgo para ellos en muchos sentidos.Deciden llevar la investigación a otro lugar, por el momento no creen que sea buena idea llamar mucho la atención de su jefe o de cualquier otra persona que pudiera estarlos vigilando.Eliza le envía un mensaje a Adriano informando que se ha desocupado y que si desea hablar con ella, es el momento, ya que no desea regresar muy tarde a su casa.Adriano le responde que va de camino a su apartamento.Sintiéndose un poco ansiosa se dirige al punto de encuentro. Desde lo más profundo de su corazón espera que él no tenga nada que ver en todo lo que está ocurriendo, realmente siente algo por él y no desea que algo tan grave, como por lo que está atravesando, sea el motivo de otro fracaso.Cuánto llega al apartamento un carro estacionado detrás de ella, ve a Adriano y su guardaespaldas intercambiando palabras, cuando la ven acercarse, Mauro se va y él camina
Adriano se le queda viendo pensando qué ella resultó ser mucho más inteligente de lo que esperaba. Termina de servir ambas bebidas y se sienta frente a ella, la carta que utilice determinará el destino de ambos. —Era yo. Mi hermano está por casarse y conversaba con Luis sobre la posibilidad de tener algunos policías o personas de seguridad a los alrededores —le responde con total seguridad, notando como se relajan sus facciones— asistirán personas importantes y lo menos que quiero es un escándalo. Eliza se queda más tranquila al saber eso. Recuerda lo que le dijo su cuñado de que él es un hombre que constantemente debe cuidar sus espaldas, ya que siempre se atraviesan en su camino personas que quieran perjudicarlo. —¡Qué bien! Espero que resulten bien sus planes, planificar una boda no es nada fácil. Adriano desvía el tema de conversación hacia otro punto, evitando que ella siga sacando conclusiones o atando cabos que lo puedan poner en peligro. Cuando nota que la bebida empieza
Le reenvía el mensaje a Santiago y le pide que investigue. Unos veinte minutos después Santiago la llama. —Esa dirección es del Castillo donde estuvimos ayer, ¿Por que te enviaron allá? —Al menos no dejaron que vieran más allá de lo que tenían en sus narices ¿qué tan confiable es el señor que supuestamente cuida el castillo? —pregunta David. El punto de David es razonable, si esta gente tiene personas de alto mando manipuladas, es más que obvio que un anciano sería más fácil de manipular y comprar por un par de billetes. —Lo mejor es buscar rápido algún superior en quien podamos confiar, no puedes simplemente ir al lugar, porque en caso de que todo eso sea cierto, saldrás de allí muerta y no es la idea —aconseja Santiago, sabiendo de lo que ella es capaz. —Tengo un primo que tiene buenas influencias, con su trayectoria y experiencia, podemos llegar a la persona correcta —comenta David. —Debemos ir ya al lugar, si nos están informando es porque en este momento se encuentran reuni
El encargado de la operación, Carlos Arrieta, se acerca al ver la reacción de Eliza hacia los policías, a pesar de que no está de acuerdo con la forma en que los trata, tiene que darle la razón por haber desobedecido una orden en una operación tan delicada—Tiene usted razón detective, ustedes entreguen sus placas inmediatamente, quedan detenidos bajo investigación hasta que no sé aclaren las cosas no van a salir —se gira hacia Eliza, admirando a la mujer frente a él— Carlos Arrieta, un placer. No esperaba encontrar una mujer con agallas.Se presenta finalmente.—Gracias, espero seguir contando con su ayuda, esto no acabara tan facilmente —resopla decepcionada.—Debe sentirse orgullosa, ha llegado más lejos que cualquier otro investigador —sin poder evitarlo la recorre con la mirada.—Ahora mismo es complicado continuar —carraspea llamando la atencion del hombre— estoy suspendida, mi jefe Luis Gonzales, me ha sacado del caso.—Si es así, reuna su equipo y presentese en mi oficina, ten
Leonardo se prepara para ir a la cafetería de Kendra cuando uno de sus hombres lo llama.—Señor, tenemos un grave problema.Se detiene en seco al escuchar esas palabras, en lo primero que piensa es en Adriano y la detective.—¿Qué ha hecho mi hermano ahora?—Nada señor. La situación es que un soplón dio la dirección del Castillo y un equipo grande se dirige al lugar para hacer la redada. Tengo entendido que se encuentran en una reunión en este momento.—¿Hace cuanto salieron?—Un par de minutos, señor.Leonardo enseguida se pone en contacto con Mauro, mientras que le da órdenes a sus hombres para salir. Todo eso sin que Kendra, que aún está en la habitación, se entere.—Señor, en este momento estoy en una reunión con Adriano y los del consejo.—Escucha bien lo que te voy a decir, están a punto de ser rodeados —le interrumpe al verificar que están en el castillo— voy saliendo para allá con mis hombres, llevalos al túnel, activa las bombas y saca los equipos. Activa la radio, me comunic