Sophie

Despierto y de inmediato busco a Lucas, pero al sentir frío su lado de la cama me doy cuenta de que hace rato se ha levantado, me incorporo y justo cuando voy a tomar mi bata entra con una bandeja con nuestro desayuno, por lo que de inmediato siento como si se tratase de un Déjà Vu.

—¡Buenos días, cariño! —Deja la bandeja en la mesita de noche y se acerca a darme un beso.

—Por favor dime que está vez no lo preparaste tú. —Me observa entrecerrando sus ojos azules y después finge estar herido por mis palabras.

—Cariño me ofendes, tampoco es que cocine tan mal, bien si lo admito cocino mal y no yo no lo preparé, fue Martina. —Suspiro aliviada y al ver su entrecejo fruncido, me acerco a darle otro beso.

—Es solo que no quería que Martina nos riñera como la última vez. —Miento cínicamente.