MARK

—Buenos días — saludo a felicita cuando paso en frente de su escritorio

—Buenos días Mark — dice levantándose y siguiéndome hasta la oficina—tienes la mañana libre —dice entrando conmigo a mi oficina, mientras revisa la agenda— a las dos tienes una reunión con los de marketing. A las cuatro treinta una videoconferencia con el señor Bonzkewitzz — hago una mueca. Ese Alemán es duro de pelar y no quiere dar su brazo a torcer. Debía conseguir la expansión de nuestros diseños hasta Alemania, pero en mis términos—de resto no tienes nada. Es un día tranquilo— dice dándome una sonrisa

—Gracias felicita, la verdad es agradable saber que no tengo muchas reuniones hoy—digo mientras me siento frente al ordenador—así podre ponerme al día con todo el trabajo.

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