James salió de Villa celeste hechando fuego por la boca, durante casi treinta y dos años había tenido que soportar al bastardo que tubo con Samantha, si bien el realmente la amo, jamás espero un hijo de ella pues su matrimonio con Rebeca no podría romperse, odió que ella se opusiera a perder al bastardo, que hasta el momento solo había sido un impedimento para sus planes. James esperaba poder nombrar a su primogénito sucesor en el conglomerado de los Smith, pero León se había ganado el favor de su padre, Anibal Smith y esto sumado a los méritos que hizo con el viejo le inpidieron la sucesión de vienes al primogénito. Tanto James como sus hijos, Raphael y Corina le guardaban un profundo odio a León, por su causa el viejo patricia de la familia los hizo a un lado en el testamento y era más que bien sabido que al morir el viejo Anibal, León pasaría a ser el mandamas de la familia. James sabía que la única forma de controlarlo era lograr que Amanda se casara con él y con la vigilancia de