Tras escuchar a Lori mencionar a otro hombre en sueños, Micky salió de la clínica furioso y se encerró en su vehículo para sacar toda su rabia en un grito.
—¡Arg! ¿Quién es ese maldito Thomas? ¿Por qué jamás escuché de él? —bramó.
En ese momento recordó que había realizado una investigación sobre su esposa, así que inmediatamente sacó su teléfono móvil para ponerse en contacto con esa persona.
—¿Meyers?
—Buen día, Johnson, ¡qué milagro que me llama! —respondió la persona al otro lado de la línea.
—Quiero pr
—¿Estás seguro? —insistió Micky ansioso.—Definitivamente —recalcó Meyers—. Curiosamente en la ciudad hay pocas personas con ese nombre, pero difícilmente habrían tenido algún tipo de contacto con su esposa antes del accidente.Asombrado de escuchar esto, Micky se quedó sin palabras y pensó contrariado: «No puede ser, ¿quién será ese tal Thomas y por qué ella lo mencionó repentinamente?».Como tardó un instante en responder, Meyer lo llamó de nuevo.—¿Señor?—¡Oh! —reaccionó Micky aturdido—. Gracias por informarme, te
El contundente rechazo de Lori sorprendió bastante a Dereck, sin embargo, eso no lo desanimó y continuó con su propósito.—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.—Porque no quiero verlo —recalcó la mujer.—Entiendo, en ese caso, tendré que pedirle a la enfermera que se marche —respondió Dereck dirigiéndose a la puerta.A Lori le intrigó que ese hombre se rindiera fácilmente, así que cuestionó con recelo.—¿De verdad no vas a obligarme a ver a ese niño?—Así es. Si no estás a gusto, no puedo forzarte a hace
Micky casi se fue de espaldas al escuchar que Thomas era una creación de la mente perturbada de su esposa. Aturdido con esta conclusión, replicó:—Ese tal Thomas… ¿no es real?—Sé que suena absurdo, pero, ¿no le parece extraño que usted no detectó señales de infidelidad en su esposa antes del accidente? Incluso con lo que me contó, no hay la posibilidad remota de que la señora Johnson hubiera conocido a un hombre durante su juventud que tuviera ese mismo nombre.—Pero... a lo mejor ella lo escondió bien...—Señor Michael —interrumpió—. ¿Recuerda lo último que hablaron antes de que ella ocasionara el accidente?
Las horas encerradas en ese cuarto de hospital fueron las más espantosas de mi vida. Cada vez que me dormía, pensaba en que podía volver con Thomas y olvidar la terrible pesadilla que estaba viviendo, pero al despertar mi realidad me recordaba que el sueño había sido él y eso me deprimía demasiado.Aunado a esto, Dereck era demasiado persuasivo en sacarme las palabras para anotar en su expediente. Aunque jamás había mencionado a Thomas, él de alguna forma lo había descubierto y empezó a cuestionarme de su existencia. Eso me enfadó demasiado, pero como no quería que me trataran como una demente, evité en la medida de lo posible no mencionar nada sobre mi vida en Port Saint Johns.Cuando supe que en esta realidad había un doctor Morgan, no me impresion&
—Iremos a tu restaurante.Cuando escuché esto, volteé a ver a Dereck con incredulidad y pregunté para confirmar:—¿Mi restaurante?—Sí.—Cómo es que...—¿Existe? —completó el terapeuta con seriedad—. Durante las charlas con el señor Johnson, me contó que mientras estuviste en coma, él se dedicó a inyectar capital para levantar tu negocio y se alió con un inversor para reestructurarlo. Me dijo que él se sentía culpable por jamás apoyarte y pensó que esa era una forma de expiar sus pecados.Incapaz de creer lo que acababa de
En un cementerio ubicado a las afueras de Port Saint Johns, la familia y amigos de Lorraine se encontraban dándole el último adiós a sus restos mortales. Entre los dolientes se encontraba Thomas, quien miraba fijamente el foso donde era colocado el féretro de su amada esposa, sin manifestar ningún otro tipo de emoción.Frederick estaba junto a su hijo, agarrando con fuerza su brazo, temeroso de que él hiciera alguna locura por dolor. «Esto es horrible. Puedo imaginar un poco el dolor que siente Thomas en este momento, aunque temo que jamás se recuperará del trauma de despertar el día después de la noche de tu boda y encontrar muerta a la mujer con la que juraste vivir toda la vida», pensó afligido.Al mismo tiempo, Dereck lanzaba una flor blanca sobre el féretro de caoba lujoso y reflexionaba sobre las cosas que pudo haber hecho para librar a Lorraine de las garras de la muerte.«Si tan solo hubiera probado otros tratamientos, tal vez Lorraine estaría viva. No puedo creer que su coraz
Thomas se encontraba en la habitación de un hotel, derrumbado en un sofá y sin mostrar señal alguna de estar consciente de su entorno. En ese momento apareció Margaret vestida sensualmente y portando dos vasos de licor.—Realmente no pensé que aceptarías mi invitación, sin embargo, estoy muy contenta de que hayas venido —dijo mientras colocaba el licor en la mano de su invitado.Las palabras de esa mujer apenas resonaban en la mente del enajenado hombre, quien al sentir el vaso, lo miró detenidamente.Margaret torció la boca de frustración al ver que su víctima no reaccionaba con sus avances y pensó: «¡Maldita sea! ¿Qué carajos le hizo esa maldita mujer a mi adorado Thomas, como para que esté como un muerto viviente. Ni siquiera cuando nos separamos él actuó de esa manera».Después de esto, tomó asiento junto a Thomas, mientras tomaba un sorbo del licor que tenía en su vaso y continuó diciendo.—¡Ah! Es una pena lo que pasó, realmente me sorprendió mucho cuando me enteré de que tu nov
—Hijo, habla tu padre. Llevo días intentando que te pongas en contacto conmigo. Prometiste ir a terapia. Por favor, atiende mis llamadas, estoy preocupado por ti... ¡Piiiii!Tras cortarse la llamada, a los pocos segundos volvió a sonar el teléfono, pero luego de un rato activó el buzón de voz, pero en esta ocasión era Jeremiah.—¡Ey! Amigo... Sé que aún estás en duelo, pero es importante que regreses a la oficina, esto es un caos sin ti. Por favor, contesta, estamos preocupa... ¡Piiiiii!Luego de esto, el silencio reinó en el lugar. En ese momento, Thomas estaba tirado en el piso, ebrio y casi sin sentido. Era más bien, una sombra de lo que antes era. Había pasado una semana del deceso de Lorraine y, luego de haber salido del hospital, se encerró en su casa para no ver a nadie más. Como el recuerdo de su esposa muerta lo atormentaba, decidió hundirse en el alcohol para intentar olvidar el dolor que lo consumía por dentro. —Lo... rraine... Lo... rraine... —murmuró con las pocas fuerz