Desesperado

El violento ataque de Lorraine lastimó bastante a Thomas, que el personal de enfermería decidió enviarlo a la clínica de Port Saint Johns para que le realicen unas puntadas en la cabeza, ya que el tacón había lastimado el cuero cabelludo. 

Para su mala suerte, le tocó ser atendido por Dereck, que era el único médico disponible en el turno nocturno en el área de urgencias.

Fue así que por largo rato, ambos hombres se mantuvieron callados y solo hablaron para lo indispensable, tiempo que resultó un suplicio para el vanidoso CEO, que solo pensaba en marcharse lo antes posible para ir en busca de Lorraine y castigarla por su atrevimiento. De pronto, sus pensamientos fueron interrumpidos por el doctor Miller, quien le dijo de forma cortante.

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