El ringtone desconcentró al ansioso Thomas Walker, que rápidamente abrió el cajón para sacar el teléfono móvil y revisar rápidamente el mensaje, sin embargo, se sintió decepcionado al ver que era una de sus amantes la que le escribía para preguntarle cuándo volverían a verse.
—¡Maldita sea, Karen! Solo piensas en coger —reclamó furioso, dejando a un lado el teléfono y volver a su computadora.
Mientras pasaban las horas, Thomas revisó constantemente el aparato móvil cada vez que sonaba, pero al comprobar que no era Lorraine quien le hablaba, gruñía de rabia y se prometía a sí mismo a no caer de nuevo.
Al final de la jornada, Walker sintió un repentino cansancio,
A pesar de que se encontraba muy ebrio, Thomas logró conducir sin problema hasta el completo habitacional donde vivía Lorraine. En el momento en que se encontró frente al inmueble, tardó un instante antes de decidirse bajar de su camioneta. Solo tenía en mente una cosa: recuperarla.Cuando finalmente descendió, Walker caminó torpemente hasta el edificio. Al ingresar, empezó a sostenerse de las paredes, hasta que consiguió llegar a las escaleras y después siguió arrastrándose por los peldaños.—Lorraine... ¡Tienes que volver conmigo! No descansaré hasta conseguir que regreses a ser mi asistente. ¡Lorraine! ¿Por qué vives tan alto? —se quejaba entre balbuceos.Durante su ascenso, el s
Thomas miró perturbado a Lorraine, ya que no esperaba que lo amenazara con denunciarlo por un acto que realizó mientras se encontraba inconsciente. A pesar de esto, tuvo que reconocer que también se había sobrepasado al llegar en estado inconveniente a casa de una mujer sola y, además, dormir encima de ella.—Lo siento mucho —insistió Walker sumamente avergonzado, que en el acto se hincó en el piso para pedir inclemencia—. Sé que no tengo justificación, pero estoy dispuesto a hacer lo que me pidas con tal de que me perdones.—¡No! —dijo Lorraine rotundamente, alejándose más para poner distancia entre ambos—. ¡Me manoseaste! Eso no se repara con una simple súplica.Ante este rechaz
La revelación de Lorraine impactó tanto a Thomas, que dejó a un lado lo que estaba haciendo para tratar de asimilar lo que acababa de escuchar.—¿Cómo que no sentiste el “llamado de sangre”?La joven amnésica sabía que esa idea era demasiado absurda, pero como no quería ser deshonesta con sus sentimientos, respondió con cierto fastidio.—¡Uf! —hizo una pausa con tal de acomodar sus ideas—. No sé, supongo que es porque estoy bastante confundida. —Después se dirigió a Thomas con una expresión de culpa—. Sin embargo, creo suponer que esa extrañeza que tuve con mi madre es en parte mi culpa, ya que antes no tenía una relación cercana con ella.
Lorraine se atragantó al escuchar que su ex jefe estaba "enamorado" de su cocina, que bebió agua para poder calmar el reflejo de su garganta.—¿Qué acabas de decir? —preguntó bastante exaltada.—Que mi paladar está enamorado de tu cocina —respondió el atrevido hombre—. La verdad, son pocos los cocineros que consiguen agradarme.—¡Santo Cielo! ¿Cómo puede afirmar que soy buena solo porque probó unos simples hot cakes? —cuestionó Lorraine con incredulidad.Desconcertado, Thomas arqueó una ceja y añadió:—Pues no sé, simplemente no puedo dejar de sentir una fiesta de sabor
—¿Tuve una relación con Michael Johnson?Repetí, sumamente contrariada, intentando comprender qué significaba esa extraña visión, causada por el repentino arrebato de Thomas. En ese punto, no estaba segura si me impresionaba más el hecho de que mi ex jefe hubiera cruzado la línea o que el repentino beso me recordara un momento tan íntimo con Micky.Con respecto a esto último, intenté rememorar cómo se habían desarrollado los últimos días. Si se supone que conocí primera vez al hijo del señor Johnson en ese almuerzo de negocios, en teoría sería imposible que esa visión fuera un recuerdo reprimido, ya que en el pasado estaba con Dereck.Como estaba tan contrariada busc
Thomas Walker caminaba ansioso en la sala de espera, esperando noticias de Lorraine, quien ya tenía más de una hora de haber ingresado a urgencias. Era tal su angustia, que cada vez que un médico salía, se acercaba para preguntarle sobre el estado de salud de su ex asistente, sin embargo, nadie le daba informes al respecto.Cuando por fin apareció el doctor Aaron Morgan, quien se la había llevado, lo interceptó sin darle oportunidad de hablar.—¿Cómo se encuentra Lorraine? —preguntó bastante afligido.El joven médico se sorprendió con la repentina aparición del imponente hombre, que apenas pudo responder.—¿Usted es familiar de la señorita Ruiz?
—¡Doctor Morgan! Me alegra verlo de nuevo —exclamó Lorraine entusiasmada y luego se dirigió a Thomas, que estaba detrás de ella con una expresión sombría—. Señor Walker, él es quien me atendió cuando llegué. Realmente es muy bueno, porque rápidamente se me quitó el dolor de cabeza.—¿Ah sí? —replicó el hombre conteniendo sus celos.—¡Sí! —continuó hablando Lorraine con desenfado—. Creo que su exquisito perfume ayudó a que se me fuera el malestar, porque en todo el día no pude quitarme de la mente ese peculiar aroma.Thomas Walker apretó los puños de rabia al escuchar que su ex asistente alababa con descaro a otro hombre
En el momento en que di la vuelta para alejarme del doctor Morgan, me sentí culpable por utilizarlo para repeler a Thomas, sin embargo, si no marcaba límites con ese mujeriego, me vería atrapada en una peligrosa relación. En mi situación, con pocos recuerdos de mi pasado, lo que menos quería era tener a alguien así a mi lado.Por otro lado, tampoco comprendía qué era lo que pasaba por la mente de ese sujeto tan frívolo, ya que la noche anterior me había dicho que se "había arrepentido" de no haberme tocado y luego en mañana se atrevió a besarme a la fuerza, situación que me confundía más.Este hecho, sumado a sus constantes arranques de rabia y la lista de féminas con la que salía cada noche, eran suficientes razones que justifica