MargretMi nombre es Margret, he tenido varios apellidos como Stewart, Cooper, Collins, Rose y el más reciente: Johnson. Mi nombre original, con el que fui bautizada en el infierno fue Margret King.Según el idioma Arcangeliano, Margret significa «Mar-Amor y Gret-Oscuro» y King es solo por ser hija del rey del infierno.Nací como una mortal. Mi alma fue vendida al rey vudú cuando estaba en el vientre de mi madre y este al verse implicado en deudas con Lucifer, recorrió al mejor pago: mi alma por su libertad.Los reyes del vudú son recipientes vacíos, carentes de almas y solo siguen el pecado. Hacen favores a cambio de la vida de los demás y predican que ser pecador es la nueva moda. Son despreciables.Cuando fui entregada al nacer, Lucifer extrajo mi alma de mi pequeño cuerpo y la hizo desarrollarse hasta que tuviera la capacidad de andar por el mundo como lo que él quería que fuera: un demonio.Sin embargo, mi alma era distinta, yo era diferente. Era una nefilim.Los nefilim son hijo
Margret—¡Por fin atiendes el teléfono! —Caí sentada en la esquina de mi cama.La conversación con Nicklass no termino en nada bueno.Su propuesta de tener un hijo no tuvo sentido en mi cabeza, pero estaba tan aturdida por lo que me dijo que sólo baje de la azotea y me encerré en mi habitación.—¿Qué pasa, Mar? —Henry se oía preocupado, seguramente ya sabía que había recuperado la memoria—. ¿Está todo bien?—No está nada bien —dije. Sentía como un nudo se formaba en mi garganta. Quería llorar pero no sabía el por qué—. ¿Dónde estás?—Tenía que reportarme con tu padre. Acabo de volver del infierno y voy directo a casa.—Pues, apúrate —lleve mis rodillas hasta mi pecho y las envolví como pude con mi brazo libre—. Necesito que me digas un montón de cosas.Y con eso colgué.Henry es mi cuidador desde que Kim no vive con nosotras. Él es uno de los subordinados más cercanos de mi padre y es la representación en carne y hueso del pecado. No lo hace frente a mí, pero, sé que lo hace.Pase el
╬El cielo y el infierno╬Margret—¿Te parece suficiente lo que has logrado hasta ahora? —Susurró el dueño de mis pesadillas—. ¿Te parece suficiente ser la putita del ángel guardián?—No soy la puta de nadie.El dolor se hizo presente casi de inmediato. Sentí como mi cabeza fue golpeada con un objeto punzante y podía sentir la sangre bajar rápidamente por mi nuca.Yo no quería esto. Yo no quería estar en este asqueroso lugar con olor a azufre y sufrimiento. Yo no quería ser esto que me han obligado a ser.—Sí, eres la puta de tu padre —siseo muy cerca de mi oído. Odiaba a este hombre, lo odiaba con todas mis fuerzas—. Pero déjame decirte una cosa, Margret, solo una: tú ángel guardián, tú padre, Kim y todos a tu alrededor morirán. Morirán por tu culpa. Tú y solamente tú, cargaras con el peso de haber asesinado a los tuyos.—¡Cállate! —Grite. Sentía como me ardía la garganta mientras el horrible sonido escapaba de ella—. ¡Cállate, cállate, cállate!—Eres un arma, no eres nadie...♡♡♡El
MargretLos humanos tienen la capacidad de amar a las personas desde que están en el vientre de su progenitora. Algunos lo desarrollan más que otros, y algunas personas simplemente no aprenden como amar.Cuando mi alma fue vendida a Lucifer, no tenía ni idea de quién era yo. Casualmente, era un alma nueva. Fui creado por Dios, y no había reencarnado —¿Y cómo hacerlo, si fui vendido dos días después de nacer?—, por lo que mi alma era pura.Es difícil creer que Dios, el creador del hombre y de todo lo que nos rodea, haya perdido de vista a una de sus nuevas almas. Según mi padre, eso nunca sucedió, pero yo fui la excepción.Entendí después de un tiempo a lo que se refería. Mi padre es muy poderoso y Dios confía en él, y confía en Amenadiel.Tengo muchas razones por las que se me considera un fenómeno en el mundo de mi padre. Una de ellas es porque tengo la capacidad de amar y de sentir como humanos, aunque no me crié como ellos —en partes.—¿Estás bien? ¿Nada raro ha sucedido? —Mi padre
MargretVas a joderte tú misma, puta. Vas a joder a los tuya. Vas a arruinar los. Y lo peor es que yo lo voy a disfrutar. Voy a disfrutar de cómo hago caer a tu padre y al mío. De como destruyo toda la perfección que han tratado de crear en tantos años. Todo lo voy a destruir con un simple chasquido... Chasquido que harás tú. Puta...♡♡♡Me siento erguida en la cama, sujetándome el pecho con una mano. Siento mi corazón palpitar de prisa en mi caja torácica y no tengo otra opción que tumbarme en la cama y respirar profundamente.Se supone que mis órganos no funcionan como los de los humanos normales, pero hace un tiempo me he dado cuenta que los ataques de ansiedad no me son inmunes a mi supuesta "media inmortalidad".Me pongo de lado, llevándome la sorpresa de mi vida.Por mi pesadilla no me había dado cuenta que a mi lado descansaba alguien que no se había ni inmutado con mi despertar, y yo no recordaba haberme dormido junto a él.Un día había pasado. Un día desde que estaba encerrad
♡♡♡—Iré por tu ropa y comida. Puedes llamar a Daisy, pero de mi teléfono. —Nick terminó de vestirse y se inclinó, dándome un suave beso en los labios—. Creo que me haré oficialmente adicto a besarte.—No te hagas ilusiones. Quizás ya no quiera besarte nunca más —dije, con una sonrisa en los labios.—Podría refutar tu teoría, pero no lo haré ahora —tomo su chaqueta de jean del respaldo de una silla y salió por la puerta.Observe el lugar por donde había salido por unos minutos más, luego me puse de pie y busque su teléfono en la mesita junto a la cama.Llevaba puesta ropa de Nicklass. A él no le molestaba, porque después de despertar me busco un montón de camisas viejas y boxers limpios, todos de él.También me gustaba estar vestida con su ropa, pero quería mi ropa, no podía pasar todo el día así.Encontré el teléfono y marque el número de Daisy, pero no contesto.No intente con el número de Henry, porque por alguna razón no me sentía confiada con él.Mire a mi alrededor. No me gustab
Margret—Ey, —un golpe en mi hombro hizo que me estremeciera de la sorpresa—, levanta el culo! —Intento abrir los ojos, pero no puedo. Siento mis músculos contraídos en mi abdomen, estoy intentando levantarme pero es imposible—. ¡Mierda, Margret, levántate no tengo todo el puto día!El golpe seco en mis costillas me hace soltar el aire que no sabia que tenia retenido en mis pulmones. Un jadeo escapa de mis labios y mis ojos se abren rápidamente, chocando de frente con la luz amarilla sobre mi cabeza.—No la maltrates, Daisy —otra voz invade mis oídos. No veo de quién se trata, pero después de un rato caigo en cuenta que conozco perfectamente esa voz. Demasiado bien y eso me asusta—, está vez no podré curar sus heridas y la necesitamos en perfecto estado.Cómo puedo, me arrastro por el suelo hasta que quedó sentado en medio de la habitación, mi cerebro aún procesando el shock que me causa oír su voz. ¡No puede ser!—¿Qué... —La voz me sale trémula. Carraspeó y lo intento de nuevo—. ...
Margret —Mar, gracias por arreglarme el cabello —Daisy está frente a al espejo y sonreí muy grande, meneando la cabeza de lado a lado—, Antony caerá rendido a mis pies.Me reí de las expresiones que hacía frente a la espejo.—Basta ya, mujer. Me matas de risa, pareces un cerdito cuando pones la boca así.—Oye, soy un cerdito muy lindo —se volteo y me dijo con un dedo de manera acusadora.Me senté en la esquina de su cama y le saque la lengua de manera juguetona.Esta era mi vida desde hacía dos años que me mudé con Daisy a la ciudad, y la verdad era que me gustaba. No podía recordar que había hecho antes de esto, solo tenía memorias distantes de algo que no me convenció el cien por ciento, pero, no me preocupa; Estoy con Daisy y eso es lo que importa en realidad.La miro fijamente y luego hago un gesto con la mano para que de acerqué a mí. Da saltitos como niña chiquita hasta estar a mi lado sentada en la cama.—Eres la cerdita más linda de todas —pase uno de mis brazos por encima de