La luna colgaba baja en el cielo negro como la tinta, proyectando un brillo espeluznante sobre el territorio de la manada de Harold. Era una noche llena de oscuridad, y con ella llegó una intención siniestra que pareció impregnar el aire. El olor a tensión era palpable, una tormenta acechando en el horizonte, y en ningún lugar se sentía más intensamente que en el corazón de Manuel.Como alfa de la manada de Harold, Manuel había sentido las corrientes subterráneas de malestar, los retumbos de una tormenta que se avecinaba. Se había vuelto alerta, consciente de que su manada rival, liderada por Miguel, albergaba un resentimiento que estaba peligrosamente cerca de desbordarse.Los agudos sentidos de Manuel estaban en alerta máxima mientras yacía en su cabaña, el rítmico ascenso y descenso de su pecho traicionaba la fachada del sueño. Sabía que la noche guardaba secretos, que el peligro acechaba más allá del fino velo que separaba su mundo de lo desconocido. Era un conocimiento que lo hab
Punto de vista de ManuelMe paré frente a Florida, mi corazón latía tan fuerte que estaba seguro de que ella podía oírlo. Sus ojos se clavaron en los míos, esos ojos que contenían una mezcla de fuerza y vulnerabilidad que me habían cautivado desde el momento en que nos conocimos. Respiré profundamente y mis dedos se entrelazaron nerviosamente mientras reunía el coraje para pronunciar las palabras que me habían estado atormentando."Florida", comencé, mi voz era un susurro tembloroso, "hay algo que necesito decirte".Ella ladeó ligeramente la cabeza.Me aclaré la garganta y mis palmas se humedecieron por la ansiedad. "Se trata de Paty", confesé, el nombre me supo amargo en la lengua. "Ella está... está embarazada."Las cejas de Florida se fruncieron, un destello de confusión pasó por sus rasgos antes de que la comprensión se asentara. Vi como una tormenta de emociones cruzó por sus ojos: sorpresa, dolor y un atisbo de traición. No podía culparla por nada de eso."¿Embarazada?" repitió,
Punto de vista de Manuel Me encontré frente a Miguel una vez más, con los ojos encendidos de acusación e ira. Estábamos en medio de una atmósfera cargada, el peso de las palabras no dichas flotando entre nosotros. Prácticamente podía sentir la tensión crepitando en el aire, una tormenta a punto de desatar su furia. "Manuel", se burló, su voz llena de desprecio. "Nunca pensé que fueras el tipo de Alfa que caería tan bajo". Sostuve su mirada, apreté la mandíbula, pero me negué a dejar que sus palabras me metieran bajo la piel. "Miguel, no vine aquí para pelear". Él se burló, sus labios se curvaron en una sonrisa amarga. "Oh, ¿en serio? ¿Así que te topaste con Paty y de repente ella estaba embarazada de tu hijo?" Respiré hondo y mi paciencia se estaba agotando. "El embarazo de Paty no tiene nada que ver conmigo. No estamos involucrados de esa manera". La risa de Miguel fue aguda y cortante. "¿Esperas que crea eso? Siempre has sido el chico de oro, ¿no? Todo te lo entregaron en bande
Punto de vista de ManuelLa atmósfera en la enfermería de la manada era tensa, cargada de una mezcla de anticipación y preocupación. Mis pasos se sentían pesados mientras caminaba hacia la puerta, con el corazón martillando en mi pecho. Florida estaba de parto y no podía librarme de la sensación de impotencia que me carcomía.Habían pasado horas desde que llevaron a Florida a la enfermería. Su parto se había adelantado, sin duda provocado por el estrés y la agitación que nos habían atormentado recientemente. Cada minuto que pasaba parecía una eternidad y no podía librarme del miedo persistente de que algo pudiera salir mal.Dejé de caminar y miré hacia la puerta cerrada. Las voces apagadas de los curanderos que estaban dentro llegaron a mis oídos, pero no pude distinguir ninguna palabra distinta. La espera fue insoportable, la incertidumbre me carcomía.Finalmente, la puerta se abrió con un chirrido y una de las curanderas salió, con una expresión que era una mezcla de cansancio y ali
Punto de vista de ManuelLa tensión dentro de la manada había llegado a un punto de ebullición. El reclamo de Paty sobre los derechos de paternidad había provocado conmociones en nuestra ya frágil dinámica. El reciente parto de Florida, sumado a la tensión emocional de la situación, la había dejado débil y vulnerable. Como líder de la manada, me sentía dividida entre mis responsabilidades hacia Florida y Paty, cada una de las cuales reclamaba mi corazón.Una tarde, bajo la pálida luz de la luna, me encontré en el corazón de los terrenos de la manada, donde Florida y Paty estaban enfrascadas en una conversación que tenía importantes implicaciones. Me dolía el corazón al acercarme, sabiendo que las decisiones tomadas en este momento podrían moldear el curso de nuestro futuro.Florida se sentó en un tronco caído, acunando a nuestro recién nacido en sus brazos. La parpadeante luz del fuego bailaba sobre su rostro, proyectando sombras que parecían reflejar la incertidumbre en sus ojos. Pat
Punto de vista de ManuelEl peso de la duda se había vuelto insoportable. Necesitaba respuestas y la única persona que podía proporcionármelas era el mago. Con el corazón acelerado, me dirigí hacia su apartada cabaña en el bosque. El denso bosque se alzaba a mi alrededor mientras avanzaba por el sinuoso camino.Cuando llegué a la cabaña, respiré profundamente y reforcé mi resolución. Tenía que enfrentarme al mago, tenía que saber la verdad. Con un golpe firme en la puerta, esperé, mi impaciencia iba en aumento.La puerta se abrió con un chirrido, revelando la enigmática sonrisa del mago. "Manuel, ¿qué te trae por aquí hoy?"No perdí el tiempo. "Necesito respuestas. Sobre Florida."Me hizo un gesto para que entrara y lo seguí hasta la cabina con poca luz. "Veo que la duda invade tu mente, amigo mío. ¿Qué es lo que te preocupa?"Respiré profundamente, luchando por encontrar las palabras adecuadas. "Necesito saber si Florida me ha sido infiel. Si ha estado con otro hombre".Los ojos del
Punto de vista de Florida:Había sido una tarde tranquila y Manuel y yo estábamos disfrutando de unos raros momentos de paz con nuestro bebé. Nuestro pequeño estaba acurrucado en mis brazos, arrullando suavemente mientras la suave brisa agitaba las hojas afuera. Fue un momento perfecto, que me hizo olvidar la magia oscura que una vez nos había atrapado.Pero cuando el sol se ocultó tras el horizonte, proyectando largas sombras sobre nuestra sala de estar, una sensación de inquietud se instaló en la boca de mi estómago. Miré a Manuel, que estaba observando a nuestro bebé con una sonrisa de satisfacción."Manuel", comencé vacilante, "¿has notado algo... inusual en nuestro bebé últimamente?"Frunció el ceño y la preocupación reemplazó su sonrisa anterior. "¿Inusual? ¿Qué quieres decir, Florida?"Me moví incómodamente, tratando de encontrar las palabras correctas. "Es solo que... a veces, cuando miro a los ojos de nuestro bebé, siento como si hubiera algo... diferente. Como si estuvieran
Punto de vista de Manuel:La siniestra sombra se había convertido en una presencia inquietante en nuestras vidas, apareciendo sin falta a la misma hora todos los días. Florida y yo pasamos innumerables noches discutiendo su propósito y origen, pero las respuestas seguían siendo difíciles de alcanzar.Una tarde, mientras el sol se hundía en el horizonte, proyectando largas sombras sobre nuestra casa, la siniestra figura se materializó una vez más entre nosotros. Se deslizó dentro de la habitación, sus movimientos sinuosos y amenazadores.No pude evitar sentir una mezcla de miedo y frustración mientras lo veía tomar forma. Había quedado claro que esta sombra quería algo de nosotros, pero sus mensajes crípticos y su espeluznante presencia nos dejaron en la oscuridad.—¿Quién eres?— Pregunté, mi voz estaba llena de irritación. —¿Qué quiere de nosotros?—La sombra permaneció en silencio, su forma cambiando y ondulando como si se burlara de mis preguntas. Era como si se deleitara con nuestr