Capítulo 1197
¡Esto era cerrar el último camino!

Los dedos de Clara estaban sobre la cremallera de sus pantalones, se encontró con la mirada apenada de Diego y dijo: —Bueno... me voy primero.

Diego la abrazó fuertemente y preguntó: —¿Cómo piensas compensarme?

—Ten paciencia, busca otra oportunidad.

—¿Entonces no me extrañas? Ni siquiera un poco.

Sus necesidades en ese aspecto no eran tan altas, no había pensado en él desde que se fue, pero después de ese beso, algo había despertado en ella.

Clara tosió suavemente y dijo: —Un poco.

Ella le dio un beso en la mejilla y añadió: —Portate bien y date un baño al llegar a casa.

—Vendré esta noche.

Clara mordió su labio y respondió: —Está bien.

Se arregló la ropa y se marchó, dejando a Diego descontento y anhelante.

El criado, fiel a su deber, esperaba en la puerta. Clara regresó junto a su abuelo, Alfonso.

Él echó un vistazo a sus labios enrojecidos y ligeramente hinchados, y Clara se puso roja como un tomate.

A pesar de ser madre de varios hijos, frente a
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