Tomando en brazos a Catalina – Catalina, ¿puedes mantener escondidos a los esclavos?–Si Adrián, mañana enviare por mi abogado y haré las cartas de libertad de todos esos esclavos, si le pago bien a ese hombre no dirá nada – sonriendo – Adrián – soltando el abrigo de Adrián y dejándolo caer – te he extrañado y mucho – sonrojada–¿Y qué puedo hacer para que mi niña de ojos azules deje de extrañarme? – bajando a Catalina y estrechándola en sus brazos–Adrián, quiero que me ames, que me ames tanto que me duela el pecho de tanto amor que me puedas dar ¿estoy siendo egoísta mi amor? – sonrojada–Mi amor ¿Cómo puedes decir eso? Si yo deseo lo mismo, Catalina quiero tenerte solo para mí, que mi nombre viva en tus pensamientos, quiero tanto amor de tu parte mi dulce niña de ojos azules que no solo el corazón sino el alma me duela de tanto amor – aprisionando la boca de Catalina y retirando su chal, dejando descubiertos los hombros de su amadaSoltando el cabello de Adrián, retirando su camisa
–Pero estás enamorada, tanto así que por defender a Adrián Mendoza del Campo que no lo merece por cierto, revelaste que viviste en libertinaje con un hombre y tienes razón en hacerlo, si los demás hacendados se enteran de esto van a cortar de tajo sus negocios con La Primavera y Adrián quedará en la ruina, no solo por usar su palabra de honor, sino por el hecho de que tú abortaras a sus hijos–Por eso lo hice – sonrojada, mientras seca sus ojitos – además en estos cuatro años me he dado cuenta de que Adrián ha cambiado, ahora si es verdad que me quiere, me lo ha demostrado – completamente roja–Bien, es bueno saber eso quiero preguntarte ¿Quién más sabe de esto?–Su yerno, mi mamá que en paz descanse, el señor Alejandro y ahora usted–Entonces María Valeria y Fernanda ¿no sospechan de nada?–Tanto la señora Córdoba como Fernanda Palomino saben lo que yo he estado diciendo que viví en total libertinaje con un hombre de Gran Bretaña–Bien Catalina esperemos que Fernanda no se llegue a en
AdriánAhora que me encuentro tan cerca de mi fin, solo puedo pensar en ti, en lo injusto que fui cuando te envié a Francia por algo que tú no hiciste, si Adrián ahora que estoy muriendo me he enterado que tú no tuviste que ver con ese incendio en las plantaciones de té, te he enviado a Francia a sufrir y a padecer de terribles maltratos, sí también supe de todo lo que sufriste a manos de ese hombre a quien encargue tu cuidado, también supe de que tú asesinaste a ese hombre cuando tenías dieciocho años, siento no haber enviado por ti en ese momento, pero ya eras adulto y haber vivido con tu odio presente era una idea que carcomía mi alma, Adrián por favor perdóname por no haber sido un buen padre, por no haberte creído cuando me juraste que tú no tuviste que ver con ese incendio.Adrián hay tantas cosas que quiero decirte y siento que unas cuantas hojas de papel no me alcanzarán para decirte todo esto, pero tengo que serte honesto y decirte primeramente lo siguiente: como sabes Helena
–¡Yo prefiero vender mi hacienda e irme a Londres con Philip antes que casarme con otro hombre!–¿Quién es ese tal Philip?–¿Acaso es…?–Él es mi amante – todos menos ciertas personas se quedan pasmados – él es el hombre que he conocido en Gran Bretaña–¡¿Y cómo es ese infeliz?! ¡por lo menos debe tener su encanto para hacer que cayeras!–Es más alto que yo, su cabello es largo, sedoso y precioso, de sonrisa encantadora y mirada dulce, tiene un carácter de los mil demonios, pero es bueno que sea así porque nos complementamos – voltea a ver a Adrián y este le guiña el ojo, haciendo que se sonroje–“Catalina te falta decir que tiene los ojos azules y el cabello negro, aunque por lo de mi carácter esta noche lo discutiremos” – dando una sonrisa mientras se cruza de brazos–¡No tiene la gran cosa!–Para usted no porque usted se revuelca con cualquiera que le ofrezca una casa y un buen miembro que la satisfaga – todos se quedan boquiabiertos – si quien les habla no es la señorita Ponce y Ga
–Nunca Adrián, nunca te voy a dejar – se apoya en el fuerte pecho de Adrián y sube y baja por esa larga y gruesa extensión – Ahhhh, Ahhhh–Catalina te quiero – se sienta y besa a Catalina sintiendo como ambos llegan al orgasmo– Catalina, Catalina mi niña de ojos azules – abrazando a Catalina, mientras esta le llena de besos el rostro – Catalina ya casi se acerca tu cumpleaños–¿Cómo sabes cuándo cumplo años? – sonrojada–Porque un día mientras buscaba unos registros de mi padre encontré un libro en el que estaba anotado tu cumpleaños, y también decía que disfrutabas de pescar peces koi –Catalina se pone totalmente roja – te ves linda cuando te sonrojas de ese modo – besando a Catalina y acostándose en la cama–Yo recuerdo que alguien de cabello negro disfrutaba de matar mis peces koi y hacerme llorar – mirando de reojo a Adrián – ¿Por qué eras así de cruel?–Porque si alguien de cabello castaño recuerda, yo le regalaba un pez koi más grande –sonriendo – admítelo, Catalina siempre pesca
–Porque pareces una niña que tiene un berrinche – Catalina se sonroja – además ¿no se supone que ya debería haber llegado el novillo que llega a succionarte los dedos?–¿Peque? “es cierto desde que discutí con Adrián, él siempre me envía a peque con algún regalo” no tengo ni idea, seguramente el señor Mendoza del Campo ya se resignó a que yo no quiero verlo – en ese momento llega Martín – ¿Qué sucede Martín?–Catalina, el novillo de La Primavera acaba de llegar – Catalina se sonroja en el acto – Pablo lo está consintiendo mientras sales–“Yo y mi gran boca” enseguida salgo a ver a peque – suspirandoCatalina sale acompañada por Martín y Antonio José, al salir peque se acerca y le succiona los dedos y Catalina ve que lleva en su cuello un mensaje.–Peque ¿Por qué sigues secundando todo lo que se le ocurre a Adrián? – el novillo le succiona los dedos – ni siquiera me escuchas ¿verdad?–Yo de ti al menos contestaba el mensaje bien tengo que irme antes de que a mi hija le dé un ataque de m
–¡Esto tiene que ser una broma! ¡Francisco ven acá ahora mismo! – en ese momento se acerca Francisco–Si señor Mendoza del Campo ¿Qué desea? – Adrián se acerca y le da un puño en el rostro, Felipe debe sostener a su amigo – ¡¿Qué pasa señor Mendoza del Campo?!–¡¿Cómo te atreviste a negarle el paso a Catalina, con qué derecho lo haces?! ¡¿Cómo te atreviste a recibir notas que estaban dirigidas a mí, qué hiciste con ellas?!–¡Lo hice porque esa esclava no merece pisar la hacienda después de que casi por su culpa la hacienda casi cae en ruinas! ¡esas notas las quemé todas!–Tienes exactamente tres segundos para borrarte de mi presencia antes de que te mate ¡mi padre tenía razón no debo confiar en ti, lárgate! – Francisco hace una reverencia forzada y se retira–¿Qué quisiste decir con eso? Hasta dónde sé tu padre le tenía aprecio a Francisco–Mi padre me dejo una carta antes de su muerte en ella me decía muchas cosas, pero me advertía que no debía confiar en Francisco, esta noche iré a v
–Quiero que bajes al despacho – Adrián ladea su cabeza – quiero que Fernanda Palomino te vea, que se sorprenda, que estalle de coraje la muy m*****a; porque nadie dice que mí hombre la embarazó y me aleja del amor de mi vida sin pagar las consecuencias ¿me darás ese gusto Adrián? O no te dejo moverte – sonriendo–Bueno, yo hago todo lo que mi amor me pida, solo si esta noche ella acepta tomar un baño conmigo – Catalina se sonroja en el acto – ¿hay trato?–Hay trato señor Mendoza del Campo – besando a Adrián – bien iré a cambiarmeCatalina se cambia llevando un bello vestido verde claro que cubre la cicatriz de su espalda y baja al despacho, al llegar ve a Antonio José tomando un poco de té y a Fernanda comiendo un poco de pastel de carne con un jugo de manzana.–Catalina buenos días dime ¿Cómo está todo?–Bien señor Palomino – sonriendo – tuve que ir al ordeño temprano y mis vacas están produciendo buena leche, espero cumplir la cuota que debo enviar a Londres – sonriendo–Catalina…per