44. La testigo

Unos minutos antes….

Tocaron a la puerta y Anika se encontraba hablando por mensajes con Yash quien se preocupaba por su estado de ánimo y había logrado calmar su adolorido corazón. Estaba tan concentrada en la conversación que abrió la puerta sin siquiera preguntar de quién se trataba.

— Hola pequeña, creo que tenemos algunas cuentas que ajustar.

— No sé de qué hablas.

— Estaba esperando a que los hematomas que me dejó tu hermano el día que tu querida cuñada desapareciera se desaparecieran para que tu madre no se alarmara, está claro que tu hermano no le contó nada de lo sucedido.

— ¿Tuviste algo que ver en la pelea que tuvieron?

— Por supuesto, pero eso no te compete.

— Entonces, ¿qué quieres?

— Te dije que si decías algo de lo ocurrido me las pagarías—, en ese momento Rashid tomó con brusquedad a Anika del brazo y Cookie intentó defenderla, el perro mordía el borde de su pantalón haciéndolo perder el equilibrio.

— Cállate endemoniado animal—, lo golpeó y el perrito chilló de dolor.
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