Observo como mi padre se va acercando a nosotros junto a Laura, quien ya tiene una barriga enorme. No sé muy bien que esperar de esto y solo puedo sentir como mi corazón late con demasiada fuerza; solo espero que no venga a arruinar mi felicidad.
—Relájate cariño.— Dice Bautista mirándome. —Respira... todo estará bien.— Me pide intentando calmarme.
—Estoy nerviosa, ¿Qué es lo que querrá ahora?— Cuestiono.
—No sé, pero vamos a averiguarlo.— Propone y unos segundos después mi padre se para enfrente de mí y me saluda con dos besos.
—Hola hija, te ves preciosa.— Me halga y luego es Laura quien me saluda.
—¿Qué haces aquí?— Le pregunto algo seria.
—Hola Leandro.— Lo saluda Bautista y extiende su mano para saludarlo.
Mi padre
[BAUTISTA]Leandro y yo entramos a la casa, vamos hacia el estudio y cierro la puerta detrás de nosotros. No sé muy bien que es lo que me querrá decir, pero solo sé que esta noche no tengo ganas de discutir con él; estoy demasiado feliz. —Si quieres siéntate.— Le digo señalando el sofá que hay en el estudio.—Gracias, prometo no demorar mucho.— Me dice y se sienta.Hago lo mismo que él y me siento en uno de los taburetes que hay aquí. —Te escucho.— Hablo con algo de incertidumbre.—Bautista, tengo que pedirte disculpas.— Sentencia sin poder mirarme.Creo que no he escuchado bien... —¿disculpas?— Le pregunto con dudas.—Si, realmente aun me cuesta mucho aceptar lo tuyo con mi hija, pero también sé que nunca te he visto mirar a alguien como la miras a ella.— Comenta y est
No tengo ni idea de cuánto tiempo llevan hablando y no sé si están simplemente conversando o discutiendo. Me excuso con Laura y decido ir a buscarlos, y es que tengo miedo de que las cosas empeoren. Estoy justamente entrando a la casa cuando los veo salir a los dos muy sonrientes del estudio de Bautista. —¿Todo en orden?— Les pregunto y ambos se sorprenden ya que estaban distraídos en su charla.Apenas me ve, Bautista se acerca a mí y me planta un corto beso —Todo más que bien mi amor.— Señala y la felicidad es muy notoria en su tono de voz.—¿Qué ha sucedido?— Les pregunto con mucha confusión.Mi padre se acerca a nosotros y me lanza una sonrisa —Hija, he hablado con mi futuro yerno y le he explicado que no obstaculizare más su relación.—Me informa y no lo puedo creer.—¿¡De verdad papá
Ya no aguanto más estos tacones; subo la escalera como puedo seguida por él más que formal prometido mío, quien se ríe de mí. —Podrías haberte cambiado de zapatos en cualquier momento.— Me dice y sigue burlándose de mí.—¿Y perder el glamur que me ha dado este vestido? ¡Ni loca que este!— Rebato haciéndome la diva mientras muevo mi cabello para que caiga.Su risa me contagia y siento como sus manos se apoderan de mi cintura al llegar al segundo piso —Ven aquí diva mía...— Me pide sin parar de reírse y tomándome entre sus brazos.—¡Amor!— Grito ya que siento que me voy a caer en cualquier momento.—Shhhh.... Ya todos están en sus cuartos.— Advierte en lo que es casi un susurro.Me cubro la boca con mi mano y me rio sin parar de la situación. Parecemo
Los golpes en la puerta de nuestra habitación nos despiertan a los dos. —Cariño, ten vístete.— Me dice algo dormido y me da una de sus camisetas.—Gracias.— Lo observo mientras se coloca un pantalón corto y abre la puerta después de cerciorase que ya este vestida.Al abrir la puerta vemos a sus dos sobrinas. —Hola princesas, ¿Qué sucede?— Les pregunta con una voz de dormido que me da risa.—Tío, es que mamá nos pidió que viniéramos por ustedes. Ella dice que es urgente.— Le explica Sienna.—¿No te ha dicho que sucede?— Cuestiona Bautista agachándose enfrente de ellas.—No, solo dijo que tienes que bajar rápido.— Repite y su hermana solo los observa.—Vale, ya bajo.— Les deja saber y ellas después de abrazarlo se van. —Cariño, arr&e
Abro los ojos lentamente después de una larga noche donde entre el stress y mi prometido intentando quitármelo; no he dormido casi nada. Me giro en la cama buscándolo, pero no está. En su lugar ha dejado un hermoso ramo de flores con una nota. “Buenos días, mi amor. Siento no haberte dado el beso de los buenos días, pero tuve que ir a resolver un problema con Naira. Te veo más tarde.”Inhalo el aroma de las flores y pienso que es el momento correcto para hacer lo que estaba pensando ayer. Me levanto de la cama, me ducho, me cambio, bajo con mi bolso y las flores, y al llegar a la cocina saludo a mi futura suegra. —Buenos días, Teresa, ¿Cómo se encuentra?— Le pregunto sonriente.Ella me saluda y me lanza una genuina sonrisa —Hola hija, muy bien ¿y tú? ¿Has podido dormir?— Me pregunta sabiendo que ayer he tenido un día horrible.&md
[BAUTISTA]Salgo de la oficina con Naira y al ver mi móvil me resulta extraño que Abril no me haya llamado aun. Es pasado el mediodía y creo que podríamos ir a almorzar junto a algún sitio. —Naira, hablamos mañana, ¿vale?— Le digo mientras me despido de ella.—Vale, seguiré intentando resolver todo este escándalo que se ha formado con tu compromiso.— Me dice y agradezco que me tenga tanta paciencia.Mientras camino al auto marco el número de mi prometida, pero no me contesta. Seguramente esta en casa así que decido marcarle a mi madre, quien contesta al segundo tono —Hola madre, ¿Cómo va todo? ¿Me pasas con Abril por favor?— Le pido.—Hola hijo, si todo va en orden... Abril no está. Ha ido a visitar a su padre. ¿no te lo ha dicho?— Me pregunta sorprendida, pero el sorprendido soy yo.&nb
Al abrir mis ojos la luz artificial de este lugar me molesta. Los cierro y vuelvo a abrirlos lentamente hasta que logro adaptarme 《¿Dónde estoy?》 Miro a mi alrededor y al ver todo el equipo médico me percato que es un hospital. Me acomodo en la cama donde estoy y una molestia en mi espalda me regresa los recuerdos de todo; mi discusión con Máximo, la manera que intente escaparme de él, el vidrio... pero 《¿cómo llegue aquí? ¿acaso él está afuera?》 Con el solo hecho de imaginarme eso, siento la necesidad de escaparme de aquí. Ese imbécil estaba dispuesto a hacerme daño... 《¿en qué momento se ha convertido en ese monstruo o siempre ha sido así?》Intento alcanzar el teléfono para llamar a la enfermera y al estirar mi brazo me veo los moretones que tengo... la sensación de su agarre vuelve a invadir mi ser y no quiero ni siquiera imagina
Tres días despuésTengo la sensación de que he estado en este hospital toda una eternidad, pero solo han pasado tres días. Lo único que ha hecho que este tiempo fuese menos aburrido, han sido las visitas de toda la familia de Bautista y de mi padre y su nueva esposa. Por el otro lado mi madre me ha llamado mínimo cada dos horas y Bautista obviamente no se ha querido despegar de mi lado. Lo observo mientras me ayuda a colocar todas mis cosas en el bolso para poderme ir de aquí; y solo puedo pensar en lo perfecto que es. No solo es guapísimo, talentosísimo, y romántico, pero, también es detallista, atento, y un gran compañero de vida. Se ha encargado de hablar en mi trabajo y también de que estuviera lo más cómoda posible en este sitio. Tomo las flores que han decorado esta habitación junto a ese oso de peluche enorme y después de que él me abra la puert