Los golpes en la puerta de nuestra habitación nos despiertan a los dos. —Cariño, ten vístete.— Me dice algo dormido y me da una de sus camisetas.
—Gracias.— Lo observo mientras se coloca un pantalón corto y abre la puerta después de cerciorase que ya este vestida.
Al abrir la puerta vemos a sus dos sobrinas. —Hola princesas, ¿Qué sucede?— Les pregunta con una voz de dormido que me da risa.
—Tío, es que mamá nos pidió que viniéramos por ustedes. Ella dice que es urgente.— Le explica Sienna.
—¿No te ha dicho que sucede?— Cuestiona Bautista agachándose enfrente de ellas.
—No, solo dijo que tienes que bajar rápido.— Repite y su hermana solo los observa.
—Vale, ya bajo.— Les deja saber y ellas después de abrazarlo se van. —Cariño, arr&e
Abro los ojos lentamente después de una larga noche donde entre el stress y mi prometido intentando quitármelo; no he dormido casi nada. Me giro en la cama buscándolo, pero no está. En su lugar ha dejado un hermoso ramo de flores con una nota. “Buenos días, mi amor. Siento no haberte dado el beso de los buenos días, pero tuve que ir a resolver un problema con Naira. Te veo más tarde.”Inhalo el aroma de las flores y pienso que es el momento correcto para hacer lo que estaba pensando ayer. Me levanto de la cama, me ducho, me cambio, bajo con mi bolso y las flores, y al llegar a la cocina saludo a mi futura suegra. —Buenos días, Teresa, ¿Cómo se encuentra?— Le pregunto sonriente.Ella me saluda y me lanza una genuina sonrisa —Hola hija, muy bien ¿y tú? ¿Has podido dormir?— Me pregunta sabiendo que ayer he tenido un día horrible.&md
[BAUTISTA]Salgo de la oficina con Naira y al ver mi móvil me resulta extraño que Abril no me haya llamado aun. Es pasado el mediodía y creo que podríamos ir a almorzar junto a algún sitio. —Naira, hablamos mañana, ¿vale?— Le digo mientras me despido de ella.—Vale, seguiré intentando resolver todo este escándalo que se ha formado con tu compromiso.— Me dice y agradezco que me tenga tanta paciencia.Mientras camino al auto marco el número de mi prometida, pero no me contesta. Seguramente esta en casa así que decido marcarle a mi madre, quien contesta al segundo tono —Hola madre, ¿Cómo va todo? ¿Me pasas con Abril por favor?— Le pido.—Hola hijo, si todo va en orden... Abril no está. Ha ido a visitar a su padre. ¿no te lo ha dicho?— Me pregunta sorprendida, pero el sorprendido soy yo.&nb
Al abrir mis ojos la luz artificial de este lugar me molesta. Los cierro y vuelvo a abrirlos lentamente hasta que logro adaptarme 《¿Dónde estoy?》 Miro a mi alrededor y al ver todo el equipo médico me percato que es un hospital. Me acomodo en la cama donde estoy y una molestia en mi espalda me regresa los recuerdos de todo; mi discusión con Máximo, la manera que intente escaparme de él, el vidrio... pero 《¿cómo llegue aquí? ¿acaso él está afuera?》 Con el solo hecho de imaginarme eso, siento la necesidad de escaparme de aquí. Ese imbécil estaba dispuesto a hacerme daño... 《¿en qué momento se ha convertido en ese monstruo o siempre ha sido así?》Intento alcanzar el teléfono para llamar a la enfermera y al estirar mi brazo me veo los moretones que tengo... la sensación de su agarre vuelve a invadir mi ser y no quiero ni siquiera imagina
Tres días despuésTengo la sensación de que he estado en este hospital toda una eternidad, pero solo han pasado tres días. Lo único que ha hecho que este tiempo fuese menos aburrido, han sido las visitas de toda la familia de Bautista y de mi padre y su nueva esposa. Por el otro lado mi madre me ha llamado mínimo cada dos horas y Bautista obviamente no se ha querido despegar de mi lado. Lo observo mientras me ayuda a colocar todas mis cosas en el bolso para poderme ir de aquí; y solo puedo pensar en lo perfecto que es. No solo es guapísimo, talentosísimo, y romántico, pero, también es detallista, atento, y un gran compañero de vida. Se ha encargado de hablar en mi trabajo y también de que estuviera lo más cómoda posible en este sitio. Tomo las flores que han decorado esta habitación junto a ese oso de peluche enorme y después de que él me abra la puert
Solo es necesario verlo despertar a mi lado para que todo se me olvide, incluso la molestia de la herida. Cuidadosamente tomo mi móvil y miro la hora ocho de la mañana, 《¿Qué hago despierta a esta hora pudiendo dormir hasta tarde?》 Miro la fecha y me doy cuenta que en una semana tenemos que viajar a Paris para la boda de mi madre y ni siquiera he ido a escoger el vestido que usare, pero supongo que ir de compras aquí en Málaga será prácticamente imposible después de todo el escándalo. El hombre que duerme a mi lado abre los ojos lentamente y sonríe al verme. 《Uff esa sonrisa... como me desarma...》 —Buenos días.— Le digo respondiendo a su sonrisa.—Hola cariño, ¿Cómo has dormido?— Me pregunta y acerca su cuerpo al mío.—Bien, pero tuve que dormir boca abajo, tenía miedo de que se saltaran los puntos.— Digo y luego mi
[BAUTISTA]La observo mientras se termina de colocar el vestido corto color negro que ha escogido y solo puedo quedar admirando lo bella que luce. Entiendo porque lo ha escogido y es que casi toda la espalda de ese vestido es al descubierto y de esta manera no le molesta la herida. Me acerco a ella al ver que lucha con la cremallera del vestido y coloco mis manos sobre las de ella —Permíteme cariño.— Delicadamente subo la cremallera y luego con mis dedos recorro el centro de su espalda de abajo hasta llegar a su cuello. —Te ves tan hermosa.— Le susurro al oído. —Podría quedarme viéndote toda la vida, te amo.—Ella voltea su rostro para mirarme de reojo y con una de sus manos toma mi rostro acercándolo al suyo. —Yo también te amo.— Me dice y sus labios se apoderan de los míos. Es un beso tierno, sensual y que me provoca de mil maneras. Sin dejar de besarnos ella se vo
Abro la puerta de mi ex habitación intentando no reírme por la situación, ya que al parecer Bautista y yo estamos predestinados a que siempre llegue alguien en momentos inoportunos como este. Sorpresivamente quien está del otro lado es Carolina, su rostro tiene tatuado una sonrisa que en pocos segundos se transforma en una risa que nos contagia a Bautista y a mí. —Agradezcan que soy yo, porque si Leandro hubiese escuchado lo que yo escuche... madre mía hermanito... te hubieras vuelto a pelear con tu suegro. Podrían controlarse un momento, ¿no?— Dice burlándose de nosotros.Perfecto, lo que me faltaba mi cuñada nos ha escuchado. Al parecer a mi prometido no le importa nada porque solo se ríe de la situación —Gracias al cielo que has sido tú Caro, pero ¿Por qué has venido? Le pregunta mientras se para a mi lado.—Abril, tu padre quiere darte un
Nuevamente los días regresaron a ser lentos y la semana que estuvimos separados ha sido casi una tortura, pero finalmente estoy llegando a Paris donde he quedado de encontrarme con él. Miro a mi alrededor en medio de este enorme aeropuerto y allí lo veo con esa gorra negra que tanto me gusta y un ramo de flores en su mano. —¡Bienvenue, mon amour!— Me dice con una enorme sonrisa cuando me acerco a él.—¡Hola mi vida!— Lo saludo con muchísimo entusiasmo y me aferro a él —¡Me has hecho mucha falta!— Mis labios buscan los suyos y así nos damos la bienvenida de una manera que me regresa a la vida.—Que efusiva mi amor.— Murmura regalándome una de esas maravillosas sonrisas que tanto amo.No puedo apartar mi mirada de la suya y es que realmente por alguna razón está vez lo he extrañado más que nunca —De verdad que