Veo de reojo cómo Bautista habla con Carolina y le pide que se lleve a las niñas a la casa. Me siento horrible conmigo misma, con Bautista, y con las niñas, he arruinado todo. Bautista tenía razón, en Madrid éramos más libres. Al mismo tiempo pienso que no puedo estar huyendo todo el tiempo de mi pasado, por más horrible que sea.
—Cariño, ven vamos. — Dice tomándome de las manos para que me ponga de pie.
—Tendrías que haber ido con ellas. — Comento con poco ánimo.
—Te dije que ni loco te dejaría. — Repite haciendo que lo mire fijamente a los ojos.
—Bautista, me siento tan mal... con tanta vergüenza...— Murmuro.
—¿Vergüenza? — Me pregunta sorprendido.
Lo miro como no creyendo que no sepa porque siento vergüenza —Si, no es fácil que hablen de ti de esa ma
Después de dos días finalmente Bautista y yo hemos vuelto a la normalidad; eso significa que su familia ha sido testigo de nuestras muestras de cariño, controladas obviamente. Creo que nunca me he sonrojado tanto en tan poco tiempo; cosa que a mi guapísimo novio le parece muy divertido.—¿Tu quieres que yo me vuelva loco durante toda la cena?— Me pregunta al verme con el vestido color turquesa que he elegido.—Tú también te ves demasiado guapo y no te estoy diciendo si lo haces a propósito, simplemente disfruto de la vista he intentó controlarme.— Le respondo entre risas.—Yo no tengo ese mismo autocontrol cariño...— Se defiende de manera sensual mientras se acerca a mí.Me abraza por detrás y planta un beso en mi cuello, uno que hace que me den escalofríos. —Mi amor... nos esperan nuestros amigos.— Le explico inte
Salgo del restaurante muy preocupada por la situación que puede estar ocurriendo fuera entre mi padre y Bautista. Me paro en la entrada y miro a mi alrededor queriendo encontrarlos, pero no los veo. De pronto escucho la voz de mi padre —¡¿que parte de no te metieras con mi hija no has entendido?!— Realmente esta enfurecido.Sigo el sonido de su voz hasta la esquina de la calle, los observo sin poder moverme y mi padre prácticamente está a milímetros de Bautista. —Papá, por favor— Le digo intentando calmar un poco la situación.—No te metas en esto Abril.— Me responde. —Te repito, ¿Qué parte de que no te metieras con mi hija no entendiste?——Leandro, escúchame.— Le responde Bautista.—No, no te voy a escuchar. Te conozco demasiado bien. ¿Tenias que meterte con ella? ¡¿Acaso no has tenido suf
Después de habernos despedido de nuestros amigos dándole una corta explicación de lo que ha sucedido, Bautista y yo regresamos a su casa en absoluto silencio. Él está muy pensativo y yo la verdad es que estoy muy triste por la reacción de mi padre. Entramos a la casa, subimos la escalera y entramos a su cuarto. Me quito mi vestido, me coloco mi camisón y la verdad es que apenas me cepillo los dientes y entro a la cama; no tengo ni ánimos de quitarme el maquillaje. Él se ha quitado la ropa y se colocó una camiseta blanca y también entra a la cama. Me acomodo sobre su pecho y lo abrazo fuertemente. Las palabras de mi padre dan vueltas en mi cabeza y no puedo creer que él también haya sido capaz de lastimarme.—Cariño, ¿Quieres que hablemos?— Me pregunta acariciando mi cabello.Lo miro —¿Tú quieres?— Cuestiono con dudas
—¿Te gustaría que viviéramos juntos en Madrid?— Sus palabras retumban en mi mente, realmente no me esperaba esto... no tengo ni idea de que responderle.Lo miro intentando comprender si esta hablando en serio —¿De verdad me estás proponiendo que vivamos juntos?— Le pregunto con bastantes dudas.Sus ojos me miran fijamente —Si, estoy hablando completamente en serio. Cuando no trabajas pasamos todo el tiempo juntos, prácticamente ya vivimos juntos.— Me dice sonriente.—Si, pero esto sería diferente... es un gran paso...— Expongo algo asustada.—Lo sé y yo quiero darlo, si tu quieres... claro está.— Explica y me planta un corto beso —Muero por estar a tu lado todos los días y no tener que separarnos nunca más.— Me dice y siento que muero de amor.—¿No te parece pronto?— Pregunto a
Bajamos a desayunar y allí está toda su familia quienes nos miran de una manera bastante peculiar. —Se los ve muy felices ¿que ha sucedido?— Pregunta Carolina.Bautista y yo nos miramos; sé que me está preguntando si le dejo dar las noticias, y de inmediato asiento y él me lanza la más hermosa sonrisa. —Familia, les tenemos una noticia.— Dice creando expectativas.—¡Me harán tía!— Intercede su hermana entre risas y yo creo que me está por dar algo aquí.—Eh no...— dice Bautista al ver mi reacción.—¡Hija!— La regaña Teresa. —Dinos hijo...—Continua.—La noticia es que Abril y yo nos iremos a vivir juntos.— Les informa abrazándome y todos alrededor de la mesa sonríen; claramente les ha gustado la noticia. Uno a uno nos va felicit
Después de un increíble día ayer en la playa con su familia aquí ya estamos de regreso en Madrid. Me quedan unos cuantos días libres antes de volver al trabajo ya que hemos regresado antes de tiempo.Dejo mi maleta en la sala de mi departamento, al igual que deja la suya al lado y sus brazos me aprisionan. —¿Tu departamento o el mío?— Me pregunta por ultima vez por si acaso me he arrepentido de la decisión, y sé que se refiere al lugar dónde viviremos.—Donde quieras tú...— Me doy la vuelta para verlo y esa sonrisa me captura el alma.Sus labios besan mi cuello —El mío... ya está pago...——Te pagare renta entonces.— Comento mientras me besa.Él se detiene y me mira como si hubiese dicho una barbaridad. —¿Te has vuelto loca? Tú no pagarás nada. Somos una pareja,
Puedo sentir su mirada clavada en mi a cada movimiento que hago, a cada paso que doy y a cada cosa que pongo en la maleta o una de las cajas que ha traído para ayudarme con la mudanza. Realmente tengo la sensación de que esto debería molestarme, o no sé quizás ponerme nerviosa, pero me sucede todo lo contrario; me da risa. —¿Piensas mirarme todo el día?— Le cuestiono sin poder parar de reírme.Sigo metiendo cosas en las cajas mientras espero su respuesta, la cual por alguna razón tarda en llegar —Sabes, estaba pensando que debería cansarme de estar aquí parado sin poder ayudarte, porque no sé qué hacer por ti y mirarte... pero no... no me canso... no me canso de mirarte; creo que podría hacerlo toda la vida.— Me responde y sus palabras hacen que deba mirarlo.Esta cruzado de brazos parado con su cuerpo apoyado sobre la pared y solo puedo pensa
Entro a su departamento con la maleta en mi mano mientras que él carga dos de las cajas. —Te besaría y te diría bienvenida a tu casa, pero dame un instante que dejo esto.— Me dice entre risas y luego deja las cajas en el suelo. —Ahora si... bienvenida— Me dice mientras me toma por el aire y me hace enredar mis piernas en su cintura, y de inmediato lo beso.—Gracias mi amor...— Le digo sonriéndole.—Creo que deberíamos ir por el resto de las cosas al auto.— Propongo.—Mejor después...— Dice sin querer soltarme.—Amoooor... vamos...— Insisto.—Vale, vamos antes que oscurezca.— Me propone.[…]Terminamos de subir todas las cosas; al menos las que he traído y solo puedo mirar a mí alrededor preguntándome ¿Cómo organizare todo esto?—¿Qué suc