Miro a mi lado y lo observó dormir profundamente, estudio su cuerpo intentando encontrar algún patrón en la forma están distribuidas las pecas en su espalda, pero no, no dibujan ninguna figura tan solo cubren su piel haciéndolo ver más sexy de lo que ya lo es. Me dan ganas de besar toda su piel, pero si lo hago él no se ira y eso es lo que necesito ahora. —Bautista... despierta— Le pido mientras lo muevo lentamente.
De a poco él abre sus ojos y algo confundido pregunta &mdash
Bajamos de su auto el cual ha estacionado cerca de la playa, lo sigo sin tener la más mínima idea de que es lo que haremos ni a donde nos dirigimos, y extrañamente sujeta mi mano como si yo me fuera a escapar, cosa que creo que no es conveniente ya que alguien podría reconócelo y mal interpretar la situación. Lo suelto y al hacerlo él me mira confundido —¿Te molesta que te de la mano? — Cuestiona. La temperatura del agua esta exquisita, me limito a nadar cerca del yate porque tengo miedo de acalambrarme y ahogarme. Estoy flotando de espalda permitiendo que el sol pegue en mí y así relajarme aún más hasta que de pronto, sus manos me sorprenden colocándose por debajo de mi cuerpo casi como sosteniéndome.—¿Puedo preguntarte algo? — Abro mis ojos a pesar de que me molesta el sol y lo miro 23. Thinking About us
Amanezco enredada a su cuerpo en la cama de esté yate y de inmediato inhalo absorbiendo el aroma de su piel, «es adictivo...»—Buenos días— Me dice con sus ojos aún cerrados.—¡Estás despierto! — Le reclamo dándole un pequeño golpe sobre su pecho.
Todo a mi alrededor está oscuro, caigo y caigo en este extraño lugar; mi cuerpo no reacciona y mucho menos puedo abrir mis ojos. Una sensación de paz me invade, siento que floto como si mi cuerpo no pesará absolutamente nada. —¡Abril! ¡Abril!— Escucho a lo lejos, es su voz... —¡Por el amor de Dios, despierta!— Sigue diciendo. Se que me sigue hablando, pero no puedo entender lo que me dice. Un fuerte golpe en mi pecho me hace salir del lugar donde estoy —¡Que te despiertes te digo!— Su suplica me conmueve y por primera vez quiero abrir mis ojos, pero no puedo por más que lo intento. —¡Tú no...!— Me grita. El peso en mi pecho nuevamente hace que mi cuerpo reaccione —Te lo suplico— lo escucho d
No ha habido fuerza humana que hiciera que Bautista me dejara quedar sola en el hotel. Así empapado como esta, se ha puesto una sudadera, una gorra y lentes de sol para que nadie supiera que quien estaba viniendo conmigo era el famoso director de cine; en mi opinión así llama más la atención, pero no es algo en lo que nos vayamos a poner de acuerdo. Lo veo entrar al baño mientras me quitó mi ropa que también está empapada y ver la manera que esos pantalones se le pegan al cuerpo al igual que su camiseta es él delirio de cualquier mujer. El reloj me esclaviza de mis responsabilidades. Tener que levantarme de está cama dónde hemos pasado todo lo que nos quedaba del día dejando que nuestros cuerpos hablen por nosotros me cuesta mucho trabajo —Debo regresar a Madrid— le digo plantándole un último beso mientras me levanto de la cama.Sus manos toman las mías y me jalan para que caiga nuevamente sobre la cama —¿No nos podemos ir de vacaciones ahora?— Pregunta como niño chiquito. Tan solo quedan horas para que comiencen esas tan prometedoras vacaciones, parecía que los días y las horas no pasaban más. Mis maletas están listas y con la única intención de inquietarlo un poco más a Bautista, le tomo una foto al equipaje. Estos días me ha vuelto loca, me ha escrito tantos mensajes que ya he perdido la cuenta de cuantos han sido.//Yo tengo todo listo ¿y tú?// Bautista conduce el auto que alquilamos por las calles de Capri mientras que mis ojos no dejan de apreciar la bellísima vista de este lugar. Jamás creí que esta isla podría ser tal y como se ve en las fotografías, las montañas y el mar se encuentran bajo un sol radiante que hace ver todo mucho más hermoso. —Te as27. Provocaciones a la distancia
28. ¡Que empiece la aventura!
29. Haz lo que quieras conmigo...