Daniel, Crik y sus hombres llegaron al lugar en cuatro coches negros, a eso de las 20:30 de la noche acompañados de dos especialistas en primeros auxilio, tenían que estar preparados para cualquier cosa, los vehículos los dejaron en el oscuro bosque camuflados bajo el velo de la noche.

Desde que entró por la puerta del almacén, Blas no apartó su mirada lasciva de Brit.

Los cuatro hombres salieron fuera del local a charlar sobre sus negocios, Daniel junto a Crik, los observaba impaciente desde la penumbra del bosque. Sus puños estaban más apretados que carne envasada al vacío, con ganas de matar a esos hombres.

Dentro del almacén se podían escuchar unos susurros.

-“¡Debemos salir de este lugar!” Dijo Maylin sollozando.

-“Tranquila falta poco, no dejare que les hagan daño, en unas horas llegará ayuda” Brit las alentó en voz baja para que los hombres que estaban en estos momentos fuera del almacén no las escucharán.

Blas se disculpó con l