Dentro del pequeño baño ella respiro profundo, abrió el grifo del agua del lavamanos y presiono los botones. Los móviles de Daniel y Will emitieron el mismo sonido a la vez, sus ojos se abrieron en cuanto visualizaron la señal GPS. “¡Por fin!” Exclamó Will, sin perder el tiempo se sentó frente a su ordenador y pidió completo silencio en la sala de monitores, activo el auricular para escuchar con claridad. En ese momento escucho la voz de su hermana algo lejana por el ruido del agua “Ven a partir de la media noche, somos tres”. Repitió la frase tres veces por si no la podían escuchar con claridad. Lo cual así paso, al no entenderla Will se encargó de aclarar el audio.

Por su parte Daniel empezó a preparar a su equipo, dando suspiros de alivio, ahora su corazón estaba acelerado y angustiado al no saber en qué condiciones estaba su chica.