“¿Eres o te haces, Señor Connor? ¿Acaso eres sordo? ¿No escuchaste a mi hija llamarme mami?”. Sotiria simplemente se sintió ridícula.

La mirada de Zachary se volvió severa. “¿Estás segura de que eres su madre biológica?”.

“¡Ja!”. Sotiria no sabía si debería reír o llorar.

“¿Qué ocurre, Señor Connor? ¿No solo intentaste seducirme, sino que ahora vas a tocar a mi familia con tus malditas manos? ¡Sí! Yo soy su madre biológica. ¿Necesitas que te muestre el certificado de nacimiento de mi hija?”.

“No es necesario”.

Una pizca de decepción brilló en los profundos ojos marrones de Zachary. Un segundo después, la decepción fue reemplazada por la autoburla.

Esa mujer había muerto hace cuatro años.

'Sin importar cuánto se parezca esta niña a ella, solo tiene unos tres años. Esta niña no puede ser realmente su hija… ¡Ja, a menos que una persona muerta todavía pueda tener bebés!'.

“¡Papi!”.

Los ojos de la adorable niñita de repente brillaron intensamente. Movió sus piernitas y corrió haci