Ella se detuvo a tres pasos de Zachary y habló.

“Ya lo he descubierto, pero me gustaría una confirmación tuya. Nunca creíste las cosas que dije cuando me desperté, ¿verdad?”.

Zachary abrió sus labios delgados y luego los volvió a cerrar.

Tras una inspección más cercana, uno vería un ligero indicio de pánico en este hombre incomparablemente fuerte, pero era casi imperceptible.

Charlotte levantó la cara.

“No tienes que preocuparte demasiado por mis sentimientos. Solo quiero la verdad. Dime”.

Zachary frunció el ceño.

Luego, respiró hondo, pero no se atrevió a decir una sola palabra.

Esta era la primera vez que el temerario Zachary tenía tanto miedo de hablar frente a otra persona.

En el pasado, nunca pensó que él, un hombre majestuoso, sería incapaz de decir la palabra “sí” simplemente porque tenía miedo de lastimar a una chica…

Todo lo que pudo hacer fue lanzarle a Lucas una mirada suplicante, pidiéndole ayuda.

“Eh… Señora, ¿podemos hablar en privado?”. Lucas reaccionó tirando