Esa voz clara, magnética y encantadora pertenecía únicamente a Zachary.

Solo entonces Charlotte se dio cuenta de que Lorraine había desaparecido por completo. El majestuoso e incondicional Zachary había ocupado el lugar de Lorraine en algún momento.

Ella rápidamente escondió su tristeza y forzó una sonrisa en su rostro.

“Acabo de despertarme. ¿Necesitas algo?”.

Zachary frunció sus cejas oscuras y bien formadas.

“¿Lory no te dijo?”.

Charlotte sintió una punzada de agonía en el corazón cuando recordó las cosas que había dicho Lorraine. “Lorraine… Me dijo muchas cosas. Sé sobre Jackie. Ha sido atrapado por la policía…”.

“Eso no”, respondió Zachary, que era tan guapo como un dios.

“¿Qué cosa?”. Charlotte preguntó con una mirada confundida en sus ojos.

Zachary abrió sus labios delgados, pero no explicó. En cambio, le tendió la mano derecha.

“Ven conmigo”.

“¡Oh!”. Charlotte se puso de pie distraídamente, lista para irse con él.

Sin embargo, él permaneció en el mismo lugar, rehusá