“¿No sabes cómo conducir? Este es un coche grande y está detenido justo aquí. ¿Cómo te las arreglaste para golpearlo?”. Zenios miró a Coraline con furia.

Coraline se disculpó. “Lo siento, lo siento mucho, este túnel no estaba construido por completo, así que pensé que no habría ningún coche aquí y me colé para divertirme. No esperaba que hubiera alguien aquí. Zenios, no te enfades. Yo te pagaré por los daños”.

“¡Ja…! No se trata de si vas a pagar el daño de mi coche…”. Zenios señaló a Lorraine de manera significativa. “Mi tía abuela dijo que le estaba bloqueando el camino y que algo terminaría mal para mi tío si no retrocedía de inmediato. Estaba a punto de retroceder el coche cuando lo golpeaste en la parte trasera y el motor ahora no arranca. ¿Cómo podría dejar paso a mi tía abuela? ¡Ja…! ¡Definitivamente algo va a terminar mal esta vez!”.

Las comisuras de los labios de Lorraine se contrajeron violentamente.

Los ojos de Zenios lucían aún más tristes. “Tía abuela, lo siento mucho,