Zachary le había dicho a Charlotte que era Annalita quien le había pedido que la trajera...

Sin embargo, ¿por qué dijo que nunca la había invitado?

Charlotte sintió que algo no estaba bien, pero considerando el comportamiento habitual, frío y tibio de Zachary cada vez que interactuaba con otras personas, pensó que su madre también podría ser como él. Como decía el refrán, de tal palo tal astilla.

Sin embargo, lo que Charlotte no vio fue que las cejas de Zachary estaban fruncidas fuertemente.

El camarero altamente profesional inmediatamente acercó dos sillas.

Después de que Charlotte tomó asiento, noto incómodamente que los seis miembros de la familia de Zachary la miraban como si fuera una extraterrestre, pero ninguno de ellos habló.

Annalita puso los ojos en blanco. “¿Qué sucede? ¿Les ha comido la lengua el gato?”.

Una mujer de mediana edad sonrió secamente y dijo: “Por fin has llegado, Zachary. ¿Sabes que todo el mundo te estaba esperando?”.

Otro anciano que llevaba una grue