“Esta es la situación. “La Primera Princesa Hechicera” generó una cantidad de dinero espectacular, y según nuestro contrato, debería darte 200 millones de dólares. Sin embargo, pensé que estabas muerta en ese momento. Fui con tu padre y le di el dinero que te pertenecía, pero tu padre no lo quería”, dijo Dickson lenta y suavemente.

La comisura de los labios de Charlotte tembló. “Le diste a mi papá tanto dinero por nada. ¿Por qué no lo quería?”.

“Bueno, también le pregunté por qué, ya que pensaba que no podía haber una persona tan estúpida en este mundo…”. Dickson se encogió de hombros.

“Luego, me dijo que su hija estaba muerta, por lo que no veía ninguna razón para tomar el dinero de su hija”.

A Charlotte se le formó un nudo en la garganta y estuvo a punto de llorar.

Ella recordó la última visita que le hizo a su padre.

Su padre había estado en mal estado. Se había deprimido y hundido en una melancolía complicada después de su aparente muerte. ¡Ni siquiera había querido tanto din