¡Din!

Las puertas de oro blanco del ascensor se cerraron firmemente. Lorraine ya estaba en el ascensor y se dirigía a la planta baja.

“Lory, espérame… ¡Lory!”.

Garrison, que ahora estaba arrebatado, no se molestó en darle una explicación a Sotiria. En cambio, salió corriendo por la puerta y corrió hacia las escaleras. Luego, bajó todo el camino por ahí.

Sotiria observó tranquilamente a Garrison mientras se alejaba corriendo.

Ella no era una tonta.

Basándose en las extrañas implicaciones de las palabras de Lorraine y la reacción de Garrison, él seguramente le estaba ocultando un gran secreto. Una vez que regresara, ella lo iba a cuestionar.

Lorraine caminó hacia un gimnasio al aire libre en el parque del vecindario.

Garrison corrió hacia ella. Antes de que pudiera detenerse, dijo con ansiedad: “Lory, soy tu hermano y la persona que más te ama en este mundo. Siempre hemos compartido todo desde pequeños. Si tienes algo que decir, dilo. Deja de andar en rodeos”.

Lorraine, que ya n