Narra Víctor Manuel
Para colmo de mis males, mientras Carolina tomaba un café con nosotros, la chica que estaba arriba en la recámara de Sebastián se le ocurre bajar envuelta sólo en una sábana y preguntando por su ropa y por mí, lo que provocó que Carolina se terminara de golpe su café y saliera furiosa a la calle. Yo me quedé por segundos parado cómo un tonto hasta que Sebastián me hizo una señal de que saliera a hablar con ella, eso hice y para mi buena suerte aún no se iba.
–Carolina. Por favor, no te vayas así – Pedí desesperado – Te aseguro que lo que acabas de ver tiene una explicación.
–Sí la tiene o no, déjame decirte Víctor Manuel que no me interesa escucharla. Ni te esfuerces en decir nada, vuelve adentro con tu invitada. Tú y yo no somos nada, te lo recuerdo as&iacNarra Víctor ManuelNos alistamos Sebastián y yo, bien entrada la tarde para después pasar a recoger a Yolanda, ya que ella no quiso dignarse en ir a casa de los tíos de Sebastián pues el club swinger quedaba más cerca de la casa de ella. Cumplimos su capricho y llegamos por ella, que iba vestida con bastante extravagancia, pero eso gusta mucho en el club según sé por comentarios de mis amigos que acuden a esos sitios. Llegando al club, dejamos el auto en el estacionamiento y muy decididos entramos, nos colocaron en el brazo a cada uno un brazalete que nos daba acceso a reservados y a eventos públicos del club, así cómo ya era obvio a la barra libre. Nos sentamos en una mesa, pedimos nuestra primera ronda de bebidas, para brindar mientras mirábamos el catálogo de opciones a nuestro alrededor.–Bien chicos, ¿Qué les parece lo que van viendo? – Quiso
Narra Víctor ManuelAl día siguiente siendo domingo, me pregunté dónde habíamos amanecido pues no era definitivamente mi casa, lo único que me tranquilizó fue ver ahí a Sebastián, en calidad de bulto pero al menos no estaba sólo. Exploré un poco la estancia en dónde me encontraba, cuando ví a chicas desnudas en diferentes lugares de la estancia. Me asomé por la ventana y me di cuenta que estábamos en un lugar a las afueras de Madrid, desde dónde se veía muy pequeña la ciudad.Estaba estresado y cansado, con una resaca increíble, tanto que poco me importó tomar un vaso con agua de la cocina de esa casa desconocida en la que nos encontrábamos Sebastián y yo. Pasó un rato y Sebastián por fin volvió a la vida. Se levantó y me siguió a la cocina.–Buenos días ami
Narra CarolinaEra domingo por la noche y Ramiro y yo estábamos felices después de esos hermosos días juntos en Segovia. Me sentía relajada y tranquila de haber podido pasar un fin de semana maravilloso sintiéndome querida y feliz. Pensaba muchas cosas mientras disfrutábamos de una hermosa cena juntos, pues se nos hizo de noche recorriendo la ciudad, por lo que ambos acordamos volver el lunes temprano para no correr riesgos innecesarios por viajar en la noche. Estábamos sentados en la sala de nuestra habitación cuando ví un mensaje de Sebastián dónde me pedía llamarle urgente, lo cual me alarmó de sobremanera y entonces decidí disculparme con Ramiro y llamar a Sebastián.–Hola Sebastián. Ahora sí dime, ¿Cuál es la urgencia?, ¿Estás bien? – Pregunté alarmada.–Caro es que ha pasado
Narra Víctor ManuelMe sentía muy mal por todo lo ocurrido con Yolanda. Mi mente quería ser positiva pensando que todo estaría bien. Llegamos con Sebastián a buscar a esas personas con quienes se había ido Yolanda y afortunadamente ahí se encontraba. Pasamos y ella se sorprendió al vernos ahí, tanto que nos abrazamos los tres cómo muestra de felicidad. Ya con Yolanda a salvo y sabiendo todo lo que pasó nos fuimos de vuelta a la casa de Sebastián dónde Carolina estaba esperando noticias con el tipo ese con el que odiaba que ella estuviera. Ella y el tipo ese tan pronto vieron que todo estaba en orden se retiraron juntos, lo que me llevó al epicentro del coraje. Sebastián y Yolanda lo notaron y enseguida comenzaron a lo que sería mi emboscada.–Amigo, debes dejar lo de Carolina en paz – Sentenció Sebastián con mucha segur
Narra Carolina3 meses despuésEra una noche que hasta ese momento era cualquier noche para mí. Salí del estudio junto con Sebastián, decididos a irnos a nuestro nuevo piso juntos. Estábamos felices y emocionados pues sería la primera noche en nuestro nuevo hogar. Llegamos a nuestro piso y cenamos juntos, compartimos por un buen rato y después cada uno nos fuimos a nuestras recámaras.Estaba pensando en muchas cosas, mientras trataba de dormir cuando recibí un mensaje de mi amado Ramiro, indicándome que estaba afuera del edificio de mi piso lo que me sacó de onda por la hora y porque nada indicaba que nos fuéramos a ver hoy. De prisa salí sólo con una chaqueta encima de mi ropa de dormir y bajé para encontrarme con mi amor. En cuanto lo ví, él se veía tan guapo cómo siempre aun llevando ropa casual. Caminé hasta
Narra Víctor ManuelCarolina se iba a casar con otro que no era yo, lo que definitivamente me alteraba en su totalidad. Me había confiado demasiado sin pensar que quizás lo de Carolina con el chico ese del banco iba más en serio de lo que yo pensaba. Ahora ya era tarde y yo ya no podía hacer nada.Salí un rato del estudio dispuesto a subirme a mi auto, cuando Yolanda me alcanzó y se subió conmigo.–Víctor Manuel, lo siento de verdad lo siento muchísimo. Sé lo mucho que te duele que Caro vaya a casarse pero creo que aún tienes una última oportunidad de hablar con ella y de sincerarte sobre tus sentimientos – Propuso Yolanda queriendo inútilmente darme ánimos.–No lo creo y aunque lo hiciera no cambiaría nada. Sí Caro ya dio ese paso de casarse con él. Pues que le vaya bien, lo digo de corazó
Narra Víctor ManuelEl tiempo se pasó muy rápido y llegó por fin el fin de semana de la boda de mi amada Carolina, dónde yo honestamente no tenía idea de cómo estar, por un lado me sentía bien y feliz por saber que ella por fin iba a lograr su tan anhelada felicidad. Por mi parte me sentía devastado y muy triste pues hoy sería el día en el que perdería al amor y a la mujer de mi vida.Estaba en mi casa esa noche de viernes por la noche. Acababa de volver de trabajar, decidí dejar todo por un rato y ponerme a ver la televisión para relajarme. De pronto tocaron la puerta de mi casa, siendo Sebastián quién me buscaba.– Hola Víctor Manuel, he venido para que nos despejemos un rato – Me dijo mi amigo apenas le abrí la puerta.–Hola Sebastián, no me digas que no irás a la despedida de so
Narra CarolinaEl día de mi boda fue lo más bonito que había vivido. Fue la noche más inolvidable de mi existencia yo que pensé que nunca se vería realizado ese sueño después de lo que pasó con Julio, pero finalmente ahora estaba convertido en una hermosa realidad. Ramiro y yo disfrutamos mucho de la recepción y más tarde cuando nos íbamos a retirar a descansar, mi papá pidió hablarme. Caminé con él, alejándome de los invitados para escuchar lo que él tenía que decirme.–Caro hija, quiero que sepas que estoy muy feliz de ver al fin realizado tu sueño. Te has casado con un excelente chico, que es justamente lo que tú tanto te mereces.–Gracias papá, por apoyarme siempre y por estar compartiendo conmigo el día más importante de mi vida.–Es lo menos que puedo hacer