La lancha salió con destino al zoológico marino, zack estaba muy feliz, hacia muecas, saltaba y gritaba. Al llegar al lugar los esperaba una guía turística, quien iba explicándoles y mostrando cada ser acuático, entre ellos había toda clase de peces, plantas, mamíferos marinos como las morsas. Toda la mañana duraron sumergidos en el mar conociendo el enorme acuario de una isla a otra. El último destino que tenían para ese día era el espectáculo de delfines, aquel que todo niño no se podía perder. Jacob le compro un muñeco gigante con forma de delfín a zack, la felicidad del pequeño era inexplicable.

“¡Es hora de irnos queridos turistas, fue un placer ver sido su guía al mejor zoológico marino que puede existir, embarcaremos nuevamente a nuestro bote con destino a la playa principal! Un grandioso y exquisito almuerzo les espera en el restaurante Rocksing”. —Hablo la guía finalizando con una grandiosa venia.

__Como la pasaste zack, te vi muy feliz ¿te gustaron todos los animalitos que