—Alejandro me confesó toda su historia con Xiomara, Paulina, y la búsqueda de venganza que emprendía. Me advirtió que estamos en peligro, especialmente por la obsesión de Paulina hacia él, y que podríamos correr peligro si nos acercamos a él. Pero el también quiere protegerme, Lucas, Alejandro ha dicho que me ama, y está arrepentido de todo lo que me hizo, pero yo ya me he enamorado de tí.Lucas frunció el ceño mientras asimilaba las palabras de Ximena.—Entiendo. Haré todo lo que esté a mi alcance para protegerte, Ximena. No permitiré que nada te suceda —pronunció Lucas con firmeza. —Ximema ¿En verdad ya no lo ama?Ximena asintió, agradecida por la promesa de protección de Lucas. Sin embargo, la preocupación aún se reflejaba en sus ojos.—Ya te dije que yo te amo a tí. ¿Qué planeas hacer al respecto? —preguntó Ximena, buscando una solución a la situación amenazante que enfrentaban.Ximena asintió con gratitud, sintiendo un poco de alivio al saber que contaba con el apoyo de Lucas. Ju
Ximena se sentía nerviosa mientras caminaba hacia la universidad junto a Lucas.Habían estado discutiendo sobre la necesidad de mejorar la seguridad en su casa, pero nunca imaginaron que el peligro los seguiría hasta el campus universitario.El rugido repentino de un motor cercano llamó su atención, y Ximena se giró instintivamente para ver un auto que los seguía de cerca. Su corazón empezó a latir con fuerza mientras trataba de ignorar el sentimiento de paranoia que se apoderaba de ella.Al llegar a la universidad, el ambiente parecía tenso. Los estudiantes se movían con cautela, y Ximena notó a Paulina acercándose con paso decidido, acompañada por un grupo de amigas. Su mirada era fría y desafiante.—¡Ximena, tú y yo tenemos cuentas pendientes! —exclamó Paulina, con su voz llena de rabia contenida.Ximena tragó saliva, preparándose para lo peor. Sabía que no iba a ser una conversación pacífica.—¿Qué es lo que quieres, Paulina? —preguntó Ximena, intentando mantener la calma a pesar
—Ella no se irá a vivir contigo. Sé que tienes intenciones ocultas hacia Ximena. Ella es mi novia, así que aléjate de ella —pronunció Lucas, con evidente molestia en su tono.—Lucas, me importa una mierda si es tu novia o no. Lo único que me importa es su seguridad, y contigo no estará segura jamás —respondió Alejandro, sin titubear, con su mirada desafiante hacia Lucas.—¿Contigo sí? ¿Recuerdas que le diste la espalda cuando ella más te necesitaba? —Lucas miraba a Alejandro, y este le devolvía la mirada con la firmeza de dos titanes enfrentados.—¡Ya basta! Por si no se han dado cuenta, estoy aquí —pronunció Ximena, interrumpiendo la tensa disputa. —Lucas, sé que intentas protegerme, pero bien sabes que anoche tuve el presentimiento de que alguien entró a casa. Sé que no estoy segura ahí. Creó que la única opción es lo que dice Alejandro.—¿Qué dices? ¿Ir a vivir con él? —preguntó Lucas, con incredulidad.Ximena tomó un momento para reflexionar, luego fijó su mirada en Alejandro, qui
Después de compartir un momento de cercanía, decidieron bajar, ya que no podían estar ocultándose de Alejandro todo el tiempo. Para su sorpresa, Alejandro no estaba en la casa.Decidieron explorar y se toparon con una habitación donde había varias cámaras de seguridad que enfocaban el patio, la entrada principal, el garaje, el patio trasero y algunas partes de la casa, como los pasillos y la cocina, pero no las habitaciones.—Esta casa está altamente vigilada. Cada rincón está protegido, y ante la presencia de intrusos, se activa una alarma silenciosa que alerta directamente a un dispositivo en mi celular. También se las instalaré en el de ustedes —explicó Alejandro deteniéndose en la entrada de la habitación, donde las pantallas de monitoreo mostraban las diferentes áreas de la propiedad.Lucas y Ximena asintieron en respuesta, observando con atención el sistema de seguridad mientras Alejandro continuaba con las explicaciones.Después de entregar sus teléfonos a Alejandro para que in
Ximena cerró la puerta de su habitación tras ella, tratando de calmar los latidos frenéticos de su corazón. La conversación con Alejandro la había dejado más confundida que nunca. No podía negar que aún había algo en él que la atraía, pero también sentía una conexión profunda y genuina con Lucas. Necesitaba claridad y tiempo para pensar, pero en esta casa, el tiempo parecía ser un lujo del que no disponía.A los pocos minutos, Ximena escuchó el sonido del motor de un coche. Al mirar por la ventana, vio que Lucas regresaba de la universidad, su expresión reflejando tanto alivio como cansancio. Bajó las escaleras rápidamente para recibirlo, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad al verlo de nuevo.—Lucas, ¿cómo te fue? —preguntó Ximena mientras él entraba, cerrando la puerta detrás de él.—Bien, terminé todos mis exámenes por hoy. ¿Tú cómo estás? —respondió Lucas, acercándose a ella y envolviéndola en un abrazo protector.—He tenido un día un poco complicado, pero estarás aquí me hac
Las tardes en la cabaña seguían transcurriendo en relativa paz, pero la tensión subyacente entre Alejandro y Lucas era intensa. Ambos sabían que, eventualmente, tendrían que discutir sobre sus sentimientos por Ximena y encontrar una manera de manejar la situación sin que se saliera de control. Aunque intentaban mantener las apariencias, cada mirada, parecía estar cargado de un significado más profundo y a menudo contradictorio.Una noche, después de una cena tranquila, Alejandro y Lucas se encontraron a solas en el porche, mirando el lago en silencio. Las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo, reflejándose en el agua tranquila. El ambiente era sereno, pero la tensión entre ellos era palpable. Finalmente, Alejandro rompió el silencio, firme pero calmado.—Lucas, tenemos que hablar sobre Ximena —dijo inquebrantable pero sereno, como si hubiera estado practicando esas palabras en su mente durante días.Lucas asintió, anticipando la conversación que ambos habían estado evitando. Sab
"Un Amor que desafía los límites" nos sumerge en un mundo turbulento, donde la pasión choca con los desafíos morales.Ximena, una joven de 18 años que regresa del extranjero, descubre que su madrastra, Camila, se ha casado con Alejandro, un atractivo y exitoso hombre de 30 años. Lo que ambos desconocen es que un dia atrás tuvieron un encuentro salvaje en una discoteca, sin saber que Ximena era la hija de Camila.Ante la verdad que surge, Ximena y Alejandro se enfrentan al dilema de que su amor es inapropiado y moralmente incorrecto. A pesar de esto, la atracción que sienten uno por el otro es irresistible. La intensidad de sus sentimientos los consume y se ven arrastrados hacia una pasión que los lleva al borde de sus deseos.Sin embargo, sus emociones se entrelazan con los obstáculos impuestos por la sociedad y la ética.Aunque Camila sospecha de los sentimientos compartidos entre Alejandro y su hijastra, decide ignorar las señales. Mientras tanto, Lucas, el novio de Ximena, también
Ximena caminaba con paso lento y cadencioso por las calles empapadas de la ciudad, sumida en una profunda reflexión.Las gotas de lluvia deslizándose suavemente por su rostro apenas lograban perturbar su concentración, pues su mente se encontraba atrapada en una tormenta emocional desencadenada por su encuentro con Alejandro en la discoteca.Sentimientos encontrados la consumían por completo, como olas salvajes que se estrellan en la orilla de su conciencia, al haberse acostado con alguien que apenas y conoció.Decidió refugiarse del aguacero en un acogedor café que se alzaba a pocos pasos de ella.El cálido aroma del café recién hecho y el murmullo de las conversaciones le brindaron cierta calma, sin embargo, su mente continuaba turbulenta. Como si intentara domar un enjambre de pensamientos caóticos, se esforzaba por poner orden en su interior.En ese preciso momento, un mensaje parpadeó en la pantalla de su teléfono móvil.Era su madre, quien la invitaba a su casa para conversar ace