Heather no dejaba de mirar a Kiara mientras volvían a su apartamento en taxi. No había dicho ni una palabra desde entonces y Heather estaba empezando a preocuparse.

"¿Kiara? ¿Estás bien?", preguntó Heather, pero Kiara no respondió. Estaba demasiado enfadada. Enfadada con Zane, enfadada con el mundo y sobre todo consigo misma.

Heather decidió dejarla en paz hasta que estuviera dispuesta a hablar.

Cuando llegaron a su apartamento, Kiara se desmoronó repentinamente y Heather se puso inmediatamente a su lado.

"No pasa nada, está bien que llores, ¿de acuerdo?", murmuró Heather, tranquilizándola, mientras abrazaba a Kiara.

"Lo odio tanto. ¡Perdí a mi hijo por su culpa!". Kiara gritó frustrada y Heather se limitó a abrazarla con fuerza sin decir nada.

"Lo odio, pero me odio más a mí misma. Soy tan tonta, tan débil". Heather sacudió la cabeza.

"No digas eso. Eres la persona más fuerte que conozco". Kiara sacudió la cabeza mientras seguía llorando en el hombro de Heather.

"No lo