La paciencia en Azura se agotaba, esos minutos parecían una eternidad tal vez podría tener miedo de perder a Daniel por un malentendido qué pudo haber evitado si no hubiera visto a Aron, ese pesar en su corazón estaba muy presente, que le diría él si las cosas fuesen distintas y le hubiese contado lo que haría, pero ya no podía pensar en él "hubiera" pues de verdad eso era imposible remediar.

Al cabo de un rato ya se encontraba en Ansan así que se dirigió directo al restaurante, penso en que Daniel ya estaría ahí pese a sus condiciones.

Cuando entro dicho lugar estaba repleto, eran al rededor de las cinco de la tarde y ya estaba lleno, los empleados se encontraban tensos puesto que Daniel estaba de pésimo humor y había regañado a alguno que otro empleado, algunos ya se habían acostumbrado a su jefe otros decían que nunca antes lo vieron asi, tan pronto ella vio a uno de los empleados preguntó...

Azura. —Daniel esta en su oficina?

Ricardo. —(empleado exhausto) señorita Azura que bueno