Despierto irritado y dolorido, lo que si me preguntan no es la mejor de las combinaciones, especialmente si mi madre se ha tomado la molestia de acompañarme en cada segundo de mi estadía en el hospital, la mujer está hablando por teléfono y prácticamente gritando mientras ríe con sus amigas, lo que consigue sacarme de quicio mientras intento descansar.

No me tomen a mal, adoro a mi madre y sé que lo hace de buena fé, pero si sigo escuchando sobre los nietos de sus amigas, me volveré loco.

Finjo estar dormido para que mantenga su voz a un nivel relativamente adecuado, pero como siempre, fracaso, y no es hasta la hora del almuerzo cuando finalmente consigo un descanso, ella se irá a casa y Anna vendrá a pasar la noche conmigo, ella y Alexandr me llevarían a casa mañana temprano y finalmente podré tener algo de paz y tranquilidad.

Luego de un par de minutos a solas, alguien toa a mi puerta, miro la hora, tecnicamentee s horario de visitas, pero es muy pronto para que sea Anna

- Adela