HeavenEl fin de semana había sido de locos con las noticas recientes. Paige había descubierto que estaba embarazada y ahora mismo se encuentra en el dilema de verse obligada a comentarles a sus padres respecto a su relación y a su próximo hijo. Yo, por mi lado, estuve dándole vueltas al tema de Alexandre y su compromiso previo y creo, que no está bien de mi parte comportarme como si nada hubiese pasado, así que decidí alejarme un tiempo de todo mundo para considerar más la situación, a esto me refería a dejar de tener una relación tan íntima con Alexandre y Paige.Me preparé para el desfile, tratando de lucir lo más elegante y sencilla posible, y llegué al hotel alrededor de las siete y media de la noche, cuando un par de invitados ya se encontraban en el lugar. Me llevé una enorme sorpresa al encontrarme con mi hermana menor observándome desde una de las mesas del lugar.—Heaven Duch, me tenías muy preocupada —se abalanzó a abrazarme y a acariciar mi espalda como siempre acostumbrab
AlexandreApresuré mi paso para buscar a Heaven en medio de toda la multitud, y a pesar de mi afán, no la encontraba por ningún lugar. Me sorprendió ver a Timotheé hablando con una mujer que desconocía con una expresión muy molesta, algo que cautivó mi atención, sin embargo, lo dejé pasar porque lo único que me importarba era encontrar a mi amada. Despuéa de buscarla de varios minutos, la visualicé despidiéndose de un hombre adulto y dirigiéndose hacia la barra de bebidas. Oh, no, parece que ella planea emborracharse. Lo más rápido que pude me acerqué a ella buscando evitarlo.—Heaven ¿Qué estás pensando hacer? —Cuestioné apenas estuve cerca de ella, en respuesta a mi pregunta, se limitó a encogerse de hombros y a aceptar el mojito que le estaban sirviendo.—Déjame sola, que ahora mismo no quiero verte —cuando volteó a verme, noté que había llorado y eso me lastimó el alma por completo.—Heaven, mi amor, por favor, escúchame. Lo que acabas de ver no es lo que parece, necesitas saber
PaigeTomé la mano de Thiago antes de decidir si íbamos a hablar con mis padres o no.—¿Estás segura de lo que estamos a punto de hacer? —Cuestionó dejando un beso en mi mejilla.—Ahora mismo con todo esto del embarazo, debo conversar con ellos obligatoriamente porque quiero ir al médico para qué me diga cuantos meses tengo y quisiera comenzar con las revisiones. Además, en cualquier momento, mi estómago empezará a crecer y yo no podré ocultarlo —me di un momento para respirar—Entraremos ahora que acabamos de verlos ingresando a la oficina, y les diremos que nosotros dos hemos estado haciendo desde hace más de tres años, que nos casamos de manera legal recientemente y que el viernes por la noche descubrí que estoy embarazada y que no tengo más detalles al respecto. Si por algún motivo, se exaltan, voy a ser yo quien los enfrente. Y a este punto, no tengo nada que perder —respondí antes de soltar la mano de mi esposo y golpear con fuerza la puerta.—Paige, Thiago ¿Qué hacen aquí, no de
AlexandreAl abrir los ojos, me tomó por sorpresa notar que me encontraba en la habitación de Heaven. Cerré los ojos de nuevo, tratando de recordar lo que había pasado durante la fiesta en el hotel, pero, al final no logré nada.No vi a Heaven en ningún lado, tan solo escuché el sonido de la ducha por lo que decidí sorprenderla. Rápidamente, me deshice de mi ropa y entré al baño sin que se diera cuenta de mi presencia en ningún momento. Allí estaba ella, cerrando los ojos mientras pasaba el jabón por todo su delicioso cuerpo. Tuve una erección apenas la vi desnuda, con los senos erectos y una pequeña sonrisa en el rostro, que la hacía lucir aun más sensual de lo que ya era por naturaleza.Sonreí, y entré a la ducha, todavía en silencio, y la abracé por la cintura. Por supuesto, ella se asustó.-¿Qué se supone qué estás haciendo, Alexandre? -Interrogó con la voz temblorosa, cosa que se debía a que había pegado mi erección a su trasero y ya se había dado cuenta de ello.-¿Acaso no puedo
HeavenEl viernes, casi a las nueve de la moche, estaba culminando de rellenar todos los formularios y papeles importantes que tenía pendientes. Al culminar con dichas actividades, recogí mi cosas y salí de la oficina, sin embargo, me obligué a mí misma a detener mis pasos en cuanto encontré al señor Clarck con los padres de Daphne y me escondí detrás de una de las paredes para poder escuchar su conversación.—La situación es delicada, Andreu —la señora le dijo con expresión molesta a pesar que, su voz sonaba muy preocupada—Ya hemos hablado con nuestros abogados y supieron decirnos que esto de terminar con el contrato de matrimonio no es tan fácil.—¿Por qué no es fácil? Es decir, si ambas partes lo deseamos no es tan complicado, o al menos es ese mi parecer.—Nosotros pensábamos lo mismo al principio —esta vez el padre de Daphne habló. A este punto, no era capaz de dejar de escuchar—Solo que omitimos un detalle muy importante, sin el cual no podemos hacer absolutamente nada en verdad
ColinSuspiré en cuanto terminé de leer todos los correos que recibí de parte de la familia de Alice y Nathan respecto a su trágica y magnífica historia de amor. Estaba por comenzar a escribir la historia después de darle fin a la etapa de preparación e investigación de la obra literaria que llevaría por nombre "Más brillante que la luz de la luna". Sin embargo, no creo que haya sido una muy buena idea leer aquellos correos tan desgarradores cuando me encontraba a punto de realizar la presentación en vivo de "La vida sin más", mi nuevo poemario, en una de las librerías más grandes de Nueva York. Hoy, quince de octubre de 2020, estaba dándole inicio en un nuevo capítulo en mi vida.—Colin, empezaremos en cinco minutos —asentí al escuchar la voz de uno de los trabajadores de la librería y terminé de prepararme.Me puse de pie, eché mi cabeza hacia atrás y moví el cuello de un lado a otro para deshacerme de mi nerviosismo y salir con el objetivo de dar lo mejor de mí misma. Mi sorpresa f
HeavenJunto con todo el personal del hotel, nos reunimos en la entrada para recibir a nuestros invitados de lujo, los empleados de la empresa Bosko, una famosa empresa de modas en Europa, exactamente en Polonia. Habían pasado alrededor de dos meses desde que yo tomé la decisión de dejarle de hablar con Alexandre y cada vez, mi ánimo no dejaba de decaer más y más.—Buenos días a todos, es un enorme placer tenerlos a todos aquí con nosotros —el hombre de mi vida comenzó saludando con educación a nuestros invitados—Mi nombre es Alexandre Clarck, y soy el dueño del hotel.—Buenos días Alexandre, mi nombre es Bruno Bosko y soy el jefe de la Empresa Bosko al igual que mi hermano Filip.—Mucho gusto —le extendió la mano sin dudar.—Mi nombre es Paige Clarck, directora de alimentos y bebidas y soy quién va a estar a cargo del servicio de la comida que se sirva durante el día del desfile —dijo con una sonrisa. Me alegraba mucho verla tan feliz después de lo que pasó. Por fin, sus padres acept
HeavenNo tuve otra opción que levantarme y seguirle el paso a Alexandre, pues bien sabía que si yo me atrevía a decir que no iba a armarse un tremendo escándalo y que le daría a la gente más razones para seguir hablando de mi vida y mis relaciones amorosas. Él me guio hasta el lugar en el que se encontraba todos los implementos de limpieza, prácticamente, como decir que el llamado armario del conserje.—¿Para qué me has traído hasta acá? —Enarqué la ceja, como símbolo de lo desconcertada que estaba en ese mismo instante. Yo no quería verlo a los ojos, y siendo honesta, tampoco quería que me dirigiera la palabra porque si lo hacía, iba a darle fin a todo ese autocontrol que he tenido los últimos meses—No necesito que me hagas perder el tiempo, así que déjame ir y acabemos con esto, por favor.—Heaven, cielo, escúchame por favor...—tomó mi mano y dudé de mi propia fuerza de voluntad. Sin embargo, tomé un respiro y lo obligué a soltarme—Siento mucho haberte lastimado de la forma en que