Sus carnosos labios rojizos entregándose a una danza de placer, mientras ferozmente se enredaban con los de ese macho, que por supuesto no desperdició en lo absoluto la oportunidad y profundizó el besó; uno que permitía el roce de sus lenguas, la calidez, la humedad… Rezef se distanció de los labios de su Luna. —Tú… ¿Nunca has besado? —le preguntó él descaradamente, por los torpes y descuidados movimientos feroces de esa hembra. ¡Maray se sintió avergonzada! ¡¿Cómo carajos él hacías esa pregunta en un momento así?! Aunque ahora que ella lo pensaba… Sí, ese fue el primer beso que ella dio por voluntad. ¡De inmediato se sintió incómoda! ¡Una corriente de pena la invadió! ¿Y si no lo satisfacía? ¿Si ella no era suficiente? ¿Si él se percataba de que ella NO TENÍA nada de experiencia? Esas preguntas cruzaron fugazmente por la mente de Luna Maray. Hasta donde Alfa Rezef sabía, esa hembra había estado con el Beta Aeron, y probablemente muchas veces para terminar parie
Una pequeña mordida en su muslo izquierdo, la mirada penetrante de ese Alfa, ese color gris que brillaba como la luna misma. Maray hizo contacto visual con él. "¡No quiero! ¡No quiero verte!, no quiero que veas mi rostro, mis reacciones… Nada… Porque nada de esto es verdadero, porque no eres más que una herramienta que utilizaré" Pensó Reina Maray, ella en ese momento apartó a Alfa Rezef. —Estoy… Estoy incómoda así… —susurró con su voz temblorosa ante su excitación a tope como tormenta arrolladora que estaba haciendo un caos de ella. Su cuerpo cada vez más sensible reaccionando a ese macho, ella entonces se dio la vuelta… Rezef se sorprendió. ¿Era un rechazo o era un obsequio? ¡La vista trasera de esa Reina era simplemente exquisita para ese lobo! Sintió su erección crecer dolorosamente. ¿Ella quería que él termine rápido?, bien. A él le dio igual. Ninguno de los dos estaba en su periodo de celo, por lo que preñarla resultaría un poco más difícil. Sin embargo, tend
El lobo, cuyo pelaje era tan oscuro como la noche misma, poseía unos ojos afilados y llamativos de un tono amarillento característico de los lobos de esa manada. —Alfa, he regresado de mi misión —informó de inmediato, Beta Gaspar, al Rey Alfa Dalton —Tengo noticias sorprendentes —añadió. —Lars, tú te encargarás de asegurar que todos cumplan con los ejercicios en mi ausencia —ordenó ese imponente lobo Alfa, cuya sola presencia irradiaba majestuosidad, frialdad y peligro—. Sígueme mi Beta —le dijo a Gaspar, yendo a las profundidades del bosque desde el sector contrario al de los ejercicios. ……. Una vez que se alejaron lo suficiente. Alfa Dalton, en su forma lobuna aún, de inmediato habló a Gaspar: —¿Qué averiguaste? —le preguntó ese Alfa, expectante. —Alfa, no logré pisar el territorio de la manada de "Luna Plateada", ellos son muy estrictos con su vigilancia, tendría que ser una criatura mágica para infiltrarme con éxito, siempre protegen sus fronteras —explicaba ese lobo mi
—¡Haz lo que quieras! —gruñó Alfa Rezef, yéndose de ahí, molesto. CLANK~ Sonó el portazo provocado por ese hombre lobo que salió de la casa. Maray se sorprendió, parpadeando varias veces. "¿Y ahora, qué le pasa?" Se preguntó ella. Sin embargo… En su interior ese hecho le dio paz. Estar cerca de ese macho le era difícil. Sobre todo después de sus votos en la ceremonia. Desde que juró esa noche de Luna llena amarlo y aceptó que fuera su Alfa frente a ambas manadas. Desde entonces, esa conexión invisible pero tan real como el aire que respiraba, se fortaleció. Sentirlo, olerlo, desearlo… ¡TODO IBA EN UN MALDITO AUMENTO! « Si tan solo existiera una manera más de romper nuestro vínculo… » , se quejaba Maray hablando con su loba, mientras ella comenzaba a subir las escaleras rumbo a la segunda planta. « No la hay… Debe ser un rechazo mutuo o bien, su muerte. » , le respondió Arin, su loba. « Es por eso que tengo que matarlo. Para un rechazo mutuo él tiene que conocer
Ella desvío su camino a mano derecha, comenzando a adentrarse entre el césped. Entre más avanzaba, la altura del césped más crecía. Entre el aroma de la tierra, hiervas y la frescura del clima… Entre el olor de las flores silvestres, y los animalillos en las profundidades del bosque, la esencia de su mate a la que tan sensible siempre fue… Resultaba opacando todas las demás. Luna Maray detuvo sus pasos. Ella podía olerlo, ella podía sentirlo, él a ella no. Un extraño sentimiento de dolor llegó a su corazón, era leve, pero incómodo. "¿Qué…?" Ella negó con su cabeza rápidamente, comenzando a subir a pasos lentos por una colina de tierra bañada en pasto semi alto, llegó a la espesura entre los árboles. Un poco más… Y ella se escondió al ver a ese Alfa de pie, ahí. ¿Qué hacía ahí y solo…? Esa pregunta cruzó por la mente de Maray, que con sorpresa vio como una de sus manos tenía manchas rojas carmesí. ¡SANGRE! Ella creyó que estaba viendo mal, pero esa Reina tenía u
Reina Maray apresuró sus pasos, hasta llegar frente a ese Alfa, deteniéndose a un solo paso de distancia de él. Ella levantó su mirada, sin embargo lo veía retadora, fría, con un brillo de firmeza en esos ojos falsamente de tono marrón. —¡Te dije que NO te metas en la crianza de mis cachorros!, ¿qué parte de eso no te queda claro? Una semi sonrisa curvó los labios de ese alto hombre lobo, que inclinándose hacia ella rozó con su mano levemente la mejilla de Maray. —¿Con quién crees que hablas?, recuérdalo. Tú viniste a mí~ tú diste el primer paso y no porque supieras que tenía a tu cachorra. Lo hiciste porque me necesitas~ —le susurró él con su voz gruesa y a la vez poderosa. Su mano bajando lentamente de la mejilla izquierda de Maray hacia el cuello de ella—. ¿Te enoja la verdad?, acostúmbrate, Luna. Estás arruinando a ese cachorro, criando a un lobo que no podrá valerse por sí mismo. —¡MALDITO! —gruñó Maray con furia, frunciendo el ceño ella apoyó sus manos en ese alto mac
« Llegué a la villa. Por costumbre revisé todas las trampas de los alrededores, pero… Una de ellas estaba mal y terminé con un rasguño en mi mano… Era como si hubiese sido alterada. ¿Tienes alguna idea? » , le pregunto Alfa Rezef, pensando que alguien pudo intentar ingresar al territorio de Luna Plateada por ese sector. « ¿Una trampa dañada?, no… No lo sé Alfa, pero puedo ir con Tabitha y el equipo de seguridad. Vamos a analizarlas todas en todo el territorio, para cuando vuelva todo estará en orden y daré mi reporte » , le respondió ese Beta, que también era su hermano menor. « Perfecto. Te lo dejo a ti » •••••••••• En el interior de la casa. ¡CLANK! Sonó la puerta cuando Maray la cerró de golpe, quedando a solas en la habitación principal. La sirvienta ya había terminado de ordenar todo y no se encontraba ahí. Ella vio sus cosas desempacadas, todo junto a lo de ese Alfa. ¡Sintió un escalofríos recorrer su cuerpo! Una mezcla de incomodidad, odio y a la vez… U
Desde la ventana de esa habitación principal, Luna Maray, miró fijamente a Alfa Rezef, con determinación en sus ojos. Ella sin decir una palabra, sonrió… Una sonrisita traviesa y seguidamente, se lanzó por la ventana. —¡Reina Da- Antes de que Alfa Rezef terminara de hablar. Ella se transformó en una loba. ¡Maray había tomado su forma falsa de loba frente a ese alto hombre lobo! Majestuosa, de pelaje oscuro como la noche, hermosa, una mirada penetrante y fina, unos ojos de un tono marrón ligeramente rojizos, un aura que causaba una fuerte impresión. Alfa Rezef se quedó sorprendido ante la belleza de la figura que se mostraba frente a él. Con un poderoso aullido, esa loba lo vió fijamente. La loba de Maray se acercó lentamente a Alfa Rezef, quien se quedó atónito ante la presencia de esa hembra poderosa que cautivaba su mirada. Un pensamiento fugaz cruzó por la mente de ese macho al verla: "Hermosa…" En ese instante, Reina Maray le pidió a Alfa Rezef que le diera un re