CAPÍTULO 67: LA DECISIÓN DEL ALFANikolaiEl crudo invierno ha comenzado, la nieve que hasta ahora se encontraba solo en el territorio de Sunwood ha descendido hasta acá. Mi gente ya se encuentra preparada para enfrentar el duro clima, pero en cuando a la guerra, el destino es incierto.Han pasado ya seis meses desde el ataque de Sunwood y sorprendentemente han estado bastante retirados. Corren rumores de espías infiltrados en el reino, pero eso no me quita el sueño porque yo también he enviado a mis propios lobos para obtener información.Al menos el tiempo que han estado en una aparente paz me ha servido para reconstruir lo que destruyeron, para enterrar a los muertos y planear la próxima estrategia. No obstante, la noticia que me ha llegado ahora es tan impactante, que ni siquiera mis lobos del consejo saben qué hacer al respecto.—Si su Rey ha muerto, es momento para atacarlos. Sabemos que Sunwood no tiene herederos y aunque uno de los Alfas de los clanes tome el control, estarán
CAPÍTULO 68: EL REENCUENTROGaiaLa noche helada cala en los huesos, el ambiente se siente tenso y por alguna razón, todo está en una aparente calma tan silenciosa e imperturbable, que parece ser el precedente de una gran tormenta.El fuego de las antorchas crepita y se agita suavemente iluminando las murallas del castillo. Desde el balcón puedo observarlo todo, la belleza de este lugar es inmaculada y casi divina. Estar aquí me hace pensar en mi madre. Qué diferente hubiese sido mi vida si ella no hubiera huido de su pueblo. Estoy segura de que mi padre habría encontrado la forma de estar junto a ella, sé que habría luchado por su amor. Escucho pasos acercándose a mí, pero antes de que pueda girar, Draven aparece de pronto y se apoya en el balcón a mi lado.—Buenas noches, mi reina.—Vuelve a llamarme así y te lanzo desde aquí —bromeo.Él se echa a reír y se queda mirando hacia el horizonte.—La noche está muy tranquila, ¿no te parece? —Demasiado, no me gusta, siento que sucederá
CAPÍTULO 69: ESA NO ES MI GAIANikolaiEstá viva… Gaia está viva.No sé si me encuentro en una especie de sueño; o pesadilla, solo sé que está viva y mi corazón no puede más que palpitar de júbilo por verla ahí. Sin embargo, no todo es alegría, aunque Gaia sigue aquí, parece otra persona completamente diferente.La dulzura que mostraban sus ojos, la calidez de su personalidad, la inocencia… todo eso se ha ido. Ahora cuando la veo solo detecto dolor, rencor y odio. ¿Qué le pasó a mi dulce lubina? ¿Y cómo llegó a ser la reina de Sunwood? Hay demasiadas preguntas y ninguna parece tener una respuesta clara; o al menos, ella no está dispuesta a contestarlas.Llevo varias horas en esta celda y después del primer encuentro, no ha vuelto por aquí, me estoy impacientando, Maheegan está desesperado por salir de aquí al igual que yo y exigirle a Gaia explicaciones de lo que está pasando.Escucho risas que hacen eco en las paredes del lugar, pronto la silueta de dos hombres se proyecta en el mu
CAPÍTULO 70: LA RESISTENCIA DE MI CORAZÓNGaiaSiento que la respiración está a punto de abandonar mi cuerpo. Corro lo más rápido que puedo y me encierro en mi habitación. Acto seguido me deslizo contra la puerta y dejo que las lágrimas empañen mis ojos hasta ya no ver nada más que todo borroso. Esto duele, duele más de lo que podía imaginar. Pensé que seis meses era tiempo suficiente para sentir solo odio por él, pero tenerlo en frente, tocar su piel aunque fuese para amenazarlo volvió a destrozar mi corazón, y el dolor del vínculo roto se intensificó en mi pecho.“Gaia, no sé cuánto más podamos soportarlo”, dice Tala con el mismo tono melancólico que tengo.—Lo sé, pero tú sabes lo que nos hizo, no puedo perdonarlo, no puedo darle más oportunidades. No te preocupes Tala, cuando recuperemos a nuestro hijo acabaré con esto, lo mataré y entonces el dolor acabará.“Gaia… no podrás hacerlo”.—Claro que sí, mi odio es más grande que cualquier vínculo, él ya no es mi Mate, y si es necesar
CAPÍTULO 71: ATRAPADA CON ÉLGaiaEl estruendo de rocas y polvo se detiene en un par de segundos. Inmediatamente me levanto de encima de él y corro hacia donde el derrumbe me bloquea el paso.—¡Draven! ¡Karine! —grito.—¡Alfa! ¡Alfa Gaia! ¿Está bien? —Sí, pero tienen que mover esto de inmediato, liberen el paso —ordeno.En ese momento Nikolai me toma del brazo y me jala lejos de allí, trato de zafarme, pero entonces él sorpresivamente pone un grillete en mi mano. ¿En qué momento se liberó? —¿Qué estás haciendo? —cuestiono.—Así tú tampoco podrás transformarte y tendrás que estar atada a mí.—¿Acaso perdiste la cabeza? ¡Maldit0 cobarde, libérame! —protesto empujándolo con violencia. La furia se apodera de mí. El acónito en el grillete hace arder mi mano, quema y duele como los mil demonios, pero no me importa si con eso consigo apartarme de él—. Sabía que no debía confiar en ti.—Gaia, por favor, escúchame —dice con un tono angustiante—. No sé qué te han dicho, pero no soy tu enemig
CAPÍTULO 72: LOCA DE PODERParisaEl sonido del papel arrugándose es lo primero que escucho cuando el mensajero suelta la noticia. Me quedo inmóvil por un instante, incapaz de procesar completamente lo que acaba de decir.—¿Qué has dicho? —pregunto, mis dedos crispados alrededor del informe.—Majestad, han capturado al Rey Nikolai en el reino de Sunwood —repite el mensajero con voz temblorosa.Una sonrisa lentamente se extiende por mi rostro. Nikolai, atrapado en Sunwood. Esto no podría ser más perfecto. Es justo lo que necesitaba para ejecutar mi plan. Me cansé de esperar que Nikolai me ame, de todos modos no me importa, lo único que quiero es tener el control absoluto de estos lobos y el reino. —Vete —ordeno al mensajero mientras mi mente ya está en los próximos pasos. Tan pronto como la puerta se cierra tras él, me giro hacia Wise, que se encuentra en un rincón de la sala.—Esto cambia todo —digo—. Con Nikolai fuera del juego, podemos movernos más rápido. Es hora de tomar decisio
CAPÍTULO 73: PRUEBANikolaiEl derrumbe que provoqué en la cueva para separarla de sus lobos solo sirvió para que ella me odiase más. A pesar de que estamos unidos por las esposas llenas de acónito que lleva uno en cada brazo, la siento más lejos de mí que nunca. Atravesamos la colina justo antes de que caiga el sol, desde aquí ya puedo ver el castillo. Nos detenemos en la cima mientras Gaia contempla en silencio la estructura. Un suspiro pesado escapa de sus labios, acto seguido, me jala de la cadena.—Vamos —ordena.—Antes de seguir, dime cuál es tu plan, Gaia.Ella voltea y me mira con la confusión plasmada en sus ojos.—Recuperar a mi hijo.—¿Y luego qué? Gaia me mira desafiante, pero al mismo tiempo noto la indecisión en sus ojos.—Tal vez libre a Stormwolf de una demente —responde al fin.Vuelve a jalarme del brazo para continuar avanzando. No creo que Gaia sea capaz de matar a Parisa, además, ese es un gusto que no me puede quitar a mí. Ahora que sé toda la red de mentiras y
CAPÍTULO 74: TODAVÍA LO AMOGaia—¡Maldit4 sea! —exclamo con mi mano temblorosa y el cuchillo apuntado directo a su garganta. No puedo hacerlo. No puedo acabar con su vida. Y veo en sus ojos que él también lo sabe con absoluta seguridad. De otro modo no se habría quedado quieto mientras lo estoy amenazando con un arma mortal para él.—¿No vas a hacerlo? —cuestiona—, no creo que tengas mucho tiempo, con el ruido que hicimos aquí seguramente los lobos llegarán pronto.Solo basta ese momento de duda, desvío mi mirada por un breve momento hacia la puerta y él aprovecha para arrebatarme el cuchillo. Me toma de la mano y con la misma acción que hice, se rompe la mano para sacarse el resto de la cadena. El metal cae al suelo con un sonido tintineante, mientras Nikolai toma una de mis mejillas con sus suaves dedos. Con la otra mano vuelve a entregarme el cuchillo, esta vez lo pone contra su pecho.—Tú ya has destrozado mi corazón Gaia, pero si vas a hacer esto, hazlo bien. Mis ojos se llen