CAPÍTULO 74: TODAVÍA LO AMOGaia—¡Maldit4 sea! —exclamo con mi mano temblorosa y el cuchillo apuntado directo a su garganta. No puedo hacerlo. No puedo acabar con su vida. Y veo en sus ojos que él también lo sabe con absoluta seguridad. De otro modo no se habría quedado quieto mientras lo estoy amenazando con un arma mortal para él.—¿No vas a hacerlo? —cuestiona—, no creo que tengas mucho tiempo, con el ruido que hicimos aquí seguramente los lobos llegarán pronto.Solo basta ese momento de duda, desvío mi mirada por un breve momento hacia la puerta y él aprovecha para arrebatarme el cuchillo. Me toma de la mano y con la misma acción que hice, se rompe la mano para sacarse el resto de la cadena. El metal cae al suelo con un sonido tintineante, mientras Nikolai toma una de mis mejillas con sus suaves dedos. Con la otra mano vuelve a entregarme el cuchillo, esta vez lo pone contra su pecho.—Tú ya has destrozado mi corazón Gaia, pero si vas a hacer esto, hazlo bien. Mis ojos se llen
CAPÍTULO 75: RESTAURAR EL REINONikolaiLa furia me recorre el cuerpo mientras observo a Parisa con una sonrisa burlona. ¿Por qué fui tan ciego al ver su verdadero rostro? Pensaría que todo esto me lo merezco, pero no. No voy a permitir que esta usurpadora destruya mi reino y a la gente que me importa.Maheegan se libera, envolviendo mi cuerpo de pelaje negro y mis ojos rojos refulgen cargados de ira y venganza. Le enseño los dientes de forma amenazante y con un rugido desgarrador que obliga a todos mis lobos a retroceder.—¿Qué mierd4 significa esto? —reclamo con una voz gutural que hace que todos agachen la cabeza—. Desaparezco por unos pocos días ¿y ustedes se rinden ante la primera put4 que se les aparece?—¡Nikolai! —exclama al escucharme.—¡Silencio! —le grito—. Tu reinado terminó aquí, Parisa.—No puedes hacerme esto, soy la Luna del reino, soy…—¡No eres nada! No eres más que una farsa.Ella mira a todos lados buscando el apoyo de alguien, pero ni siquiera su bruja, Teriza, se
CAPÍTULO 76: APROVECHADAParisaNo. No. No. Esto no me puede estar pasando ahora. Aprieto los puños y me muerdo la lengua mientras me empujan contra el suelo duro y frío de la celda. No esperaba que el maldit0 de Nikolai volviese, pero mucho menos me esperé que Gaia siguiera viva. Es como una cucaracha, difícil de matar y sigue regresando para arruinar mi vida. Al menos me salvé, aunque por ahora, todo gracias a Darryl. No puedo creer que me haya defendido luego de que lo rechacé. Mi loba está aullando de la felicidad, pero yo no quiero aceptarlo como mi Mate, quería que Nikolai fuese mío. Sin embargo, esta puede ser mi única oportunidad para escapar. Ahora que se ha ido con su madre enferma. No tiene idea de que le puse un hechizo para que no pudiese abandonar la celda. Morirá en pocas horas si no regresa. —Parisa —La voz de Darryl me hace regresar a la realidad. Él está del otro lado y me mira con un anhelo tonto.—¿Por qué evitaste que me matase en ese momento? —cuestiono.—No
CAPÍTULO 77: UNA PAZ MOMENTANEAGaiaEl majestuoso castillo de Sunwood se divisa en el horizonte. Mi corazón late con fuerza mientras el sol se alza detrás de las montañas nevadas. La luz irradia sobre mi rostro lleno de tierra y sudor, y aunque debería sentirme aliviada y bien por haber salvado a mi hijo, la verdad es que sigo sintiendo un gran vacío en mi pecho.Las grandes puertas se abren ante mí y los lobos del reino y del castillo me reciben como su reina y Alfa. Todavía siento que el título me queda grande. Apenas piso el suelo de la entrada, las pocas energías que me quedaban me abandonan. Caigo de rodillas sintiendo mis músculos entumecerse. —¡Gaia! —exclama Draven, quien de inmediato se acerca a mi lado y me sostiene de los hombros— ¿estás bien?—Sí, solo necesito descansar.—Vamos, te llevaré a tu habitación —ofrece. No obstante, me pongo de pie y aparto con gentileza su brazo.—No, quiero ver a mi bebé, necesito cargarlo —pido extendiendo los brazos hacia Karine quien a
CAPÍTULO 78: ¿TREGUA?GaiaEl corazón me da un vuelco y Tala se pone realmente inquieta deseando tomar el control. Por suerte esos días quedaron atrás, ahora estoy en completa autonomía de mi cuerpo y de mi loba, ella nunca volverá a dominar mis acciones. “Gaia, por favor no nos tortures más”.Me quedo callada porque no deseo que Draven o el guardia escuchen la conversación interna con mi loba, no obstante, reprimo a Tala a un rincón oscuro de mi mente.—¿Qué hace ese hombre aquí? ¿Cómo se atreve a aparecerse con su cara lavada y campante en mi reino? —protesto.—Lo hemos apresado, Alfa. Y he de decirle que no puso ninguna resistencia.—¿Dónde lo tienen?—Está encadenado en el jardín delantero del palacio mientras lo custodia Kato y Vester.—Bien, vigílenlo y que espere —digo dando media vuelta.Draven me sigue en silencio, pero yo lo que quiero es asegurarme de que mi hijo esté a salvo. No confío en Nikolai y no descarto que todo esto sea solo una trampa para tomar de vuelta al cach
CAPÍTULO 79: ELLA ES MÍANikolai¿Pero quién se cree este Beta que es? Mis ojos se tornan rojos en el mismo instante en que su asquerosa mano se posa en mi camisa y me empuja al suelo. Por no hacerle daño a Gaia acabé tropezando, pero esto no lo voy a permitir. Me pongo de pie de un salto y con un rugido gutural, libero parte de mi transformación enseñándole los colmillos y las garras afiladas de la misma forma que él.—¿Quién mierd4 eres? —cuestiono.—¿Qué? ¿Tan mala memoria tienes, lobito? Soy Draven, el Beta y mano derecha de mi Alfa. Ninguno de nosotros permitirá que la vuelvas a tocar de esa manera, ¿te quedó claro?—Lo único que me queda claro es que este será el último día de tu vida, maldit0 —rujo.Me abalanzo contra él, quien no retrocede. Se hace llamar el Beta de Gaia, pero no soy iluso, me doy cuenta de cómo la mira, sé que tiene sentimientos por ella y los celos me descontrolan. Una pelea se desata entre los dos. El jardín se convierte en un campo de batalla en un insta
CAPÍTULO 80: LA PROFECÍAGaiaParece que el destino se ha ensañado a seguir jugando bromas pesadas conmigo. El pergamino que tengo en mi mano lo comprueba; y aunque leo las palabras escritas en él con una tinta ancestral que no parece fabricada como una cruel broma, no soy capaz de creérmelo.Mi padre sabía de esto y se fue sin decirme nada, sin darme aunque sea una guía o una explicación para lo que se supone que tengo que hacer. Mi corazón no para de palpitar acelerado dentro de mi pecho mientras intento procesar todo esto. Draven y Nikolai me miran expectantes, aguardan una explicación o que al menos me digne a leer en voz alta lo que dice ahí. —Gaia, por favor, dime qué dice allí —insiste Nikolai, ya que yo me rehúso a entregarle el pergamino.Trago grueso y aun con el retumbar de mis latidos y un ligero pitido en mis oídos, carraspeo la garganta y vuelvo a leer las palabras escritas en el papel…—“Dos reinos nacidos del rencor, tejerán su destino al engendrar la criatura más te
CAPÍTULO 81: NACE EL MONSTRUOParisaLlevo días corriendo sin parar. Los pies me arden, tengo los brazos magullados y ni siquiera transformada en loba puedo aguantar el frío cruel del invierno en la noche. Haber huido de Stormwolf salvó mi vida, pero vivir huyendo no es vivir. Mucho menos lo que yo planeaba para mi futuro.—Maldit4 y mil veces maldit4 Gaia. Ella me arrebató todo lo que me pertenecía. “Hazla pagar”, dice mi loba, Kira. —Lo haré. Si el reino y Nikolai no pueden ser míos, entonces no serán de nadie. Y también acabaré con el hijo de ambos —respondo mientras me apoyo contra un árbol. A lo lejos alcanzo a ver el lugar del que alguna vez provine, Miridian. Es el único lugar que se me ocurrió para refugiarme. Al menos hasta que encuentro a la maldit4 bruja que me traicionó y también la hago pagar. El reino de mi padre se alza ante mí como si me hubiese estado esperando desde siempre con los brazos abiertos. Mis pasos se vuelven más decididos a medida que me acerco, aunque