CAPÍTULO 78: ¿TREGUA?GaiaEl corazón me da un vuelco y Tala se pone realmente inquieta deseando tomar el control. Por suerte esos días quedaron atrás, ahora estoy en completa autonomía de mi cuerpo y de mi loba, ella nunca volverá a dominar mis acciones. “Gaia, por favor no nos tortures más”.Me quedo callada porque no deseo que Draven o el guardia escuchen la conversación interna con mi loba, no obstante, reprimo a Tala a un rincón oscuro de mi mente.—¿Qué hace ese hombre aquí? ¿Cómo se atreve a aparecerse con su cara lavada y campante en mi reino? —protesto.—Lo hemos apresado, Alfa. Y he de decirle que no puso ninguna resistencia.—¿Dónde lo tienen?—Está encadenado en el jardín delantero del palacio mientras lo custodia Kato y Vester.—Bien, vigílenlo y que espere —digo dando media vuelta.Draven me sigue en silencio, pero yo lo que quiero es asegurarme de que mi hijo esté a salvo. No confío en Nikolai y no descarto que todo esto sea solo una trampa para tomar de vuelta al cach
CAPÍTULO 79: ELLA ES MÍANikolai¿Pero quién se cree este Beta que es? Mis ojos se tornan rojos en el mismo instante en que su asquerosa mano se posa en mi camisa y me empuja al suelo. Por no hacerle daño a Gaia acabé tropezando, pero esto no lo voy a permitir. Me pongo de pie de un salto y con un rugido gutural, libero parte de mi transformación enseñándole los colmillos y las garras afiladas de la misma forma que él.—¿Quién mierd4 eres? —cuestiono.—¿Qué? ¿Tan mala memoria tienes, lobito? Soy Draven, el Beta y mano derecha de mi Alfa. Ninguno de nosotros permitirá que la vuelvas a tocar de esa manera, ¿te quedó claro?—Lo único que me queda claro es que este será el último día de tu vida, maldit0 —rujo.Me abalanzo contra él, quien no retrocede. Se hace llamar el Beta de Gaia, pero no soy iluso, me doy cuenta de cómo la mira, sé que tiene sentimientos por ella y los celos me descontrolan. Una pelea se desata entre los dos. El jardín se convierte en un campo de batalla en un insta
CAPÍTULO 80: LA PROFECÍAGaiaParece que el destino se ha ensañado a seguir jugando bromas pesadas conmigo. El pergamino que tengo en mi mano lo comprueba; y aunque leo las palabras escritas en él con una tinta ancestral que no parece fabricada como una cruel broma, no soy capaz de creérmelo.Mi padre sabía de esto y se fue sin decirme nada, sin darme aunque sea una guía o una explicación para lo que se supone que tengo que hacer. Mi corazón no para de palpitar acelerado dentro de mi pecho mientras intento procesar todo esto. Draven y Nikolai me miran expectantes, aguardan una explicación o que al menos me digne a leer en voz alta lo que dice ahí. —Gaia, por favor, dime qué dice allí —insiste Nikolai, ya que yo me rehúso a entregarle el pergamino.Trago grueso y aun con el retumbar de mis latidos y un ligero pitido en mis oídos, carraspeo la garganta y vuelvo a leer las palabras escritas en el papel…—“Dos reinos nacidos del rencor, tejerán su destino al engendrar la criatura más te
CAPÍTULO 81: NACE EL MONSTRUOParisaLlevo días corriendo sin parar. Los pies me arden, tengo los brazos magullados y ni siquiera transformada en loba puedo aguantar el frío cruel del invierno en la noche. Haber huido de Stormwolf salvó mi vida, pero vivir huyendo no es vivir. Mucho menos lo que yo planeaba para mi futuro.—Maldit4 y mil veces maldit4 Gaia. Ella me arrebató todo lo que me pertenecía. “Hazla pagar”, dice mi loba, Kira. —Lo haré. Si el reino y Nikolai no pueden ser míos, entonces no serán de nadie. Y también acabaré con el hijo de ambos —respondo mientras me apoyo contra un árbol. A lo lejos alcanzo a ver el lugar del que alguna vez provine, Miridian. Es el único lugar que se me ocurrió para refugiarme. Al menos hasta que encuentro a la maldit4 bruja que me traicionó y también la hago pagar. El reino de mi padre se alza ante mí como si me hubiese estado esperando desde siempre con los brazos abiertos. Mis pasos se vuelven más decididos a medida que me acerco, aunque
CAPÍTULO 82: EL REGRESO DE LA BRUJANikolaiLa bofetada de Gaia me deja pasmado por un segundo, pero no más que lo que escucho después de la boca de ese infame Beta.—¿Kalixta? Eso no puede ser… —digo componiéndome—… ella está… muerta.Gaia se gira para mirarme con la misma cara de sorpresa. La noticia de que la habíamos perdido debió llegar hasta aquí.—Por precaución será mejor que no la dejen pasar, manténgala esposada hasta que vaya —ordena con una aparente calma.—Como ordene, Alfa Gaia —responde el Beta, sus ojos se pasan a mí y me doy cuenta de su intención de advertencia, una que me paso directamente por los…—Nikolai —habla Gaia interrumpiendo mis pensamientos—, tú conoces a Kalixta mejor que nadie, tendrás que acompañarme para comprobar su identidad —dice sin mirarme.Volver a ganarme a Gaia no será cosa fácil, ya me di cuenta de que ella no está dispuesta a ceder tan fácilmente. Sin embargo, en ese beso sentí la confirmación que necesitaba. Ella todavía me desea. Un par de
CAPÍTULO 83: RECONEXIÓNGaiaHablar con mi padre otra vez… nunca pensé que algo así pudiera hacerse realidad. Sé que suena a una locura fantástica, pero la ilusión de volverlo a ver, aunque solo sea por unos minutos, me llena de una alegría inimaginable.Dejamos salir a Kalixta de la prisión. Nikolai está seguro de que sí se trata de ella aunque su aspecto físico ha cambiado. Y la verdad es que yo también siento lo mismo.Le llevamos hasta una habitación para que pueda cambiarse y descansar. Después de tener los estómagos llenos y asegurarme de que mi bebé está bien, lo dejo al cuidado de Karine para poder realizar el hechizo.—Usaremos el poder de la luna a nuestro favor, estoy muy débil como para solo usar el mío —explica.Draven, Kato, Nikolai y yo le seguimos a través del bosque hasta llegar a un gran claro cubierto de pasto nevado. La luna llena se alza, redonda, brillante y mística como todo lo que rodea a nuestro mundo.Kalixta me guía al centro del claro y aprovecha la nieve p
CAPÍTULO 84: LA VISIÓNGaia—¡Kalixta, apártate! —exclamo.Ella apenas alcanza a agacharse cuando el extraño lobo se abalanza hacia ella, pero consigo llegar a tiempo. Me arrojo sobre él y enseguida nos convertimos en una especie de bola de pelos rodando por la nieve y dejando un surco a nuestro paso.Si mi condición no estuviera tan débil acabaría con él de una sola mordida, sin embargo, los estragos del hechizo comienzan a evidenciarse de inmediato en mi cuerpo. El lobo deforme me ataca con un zarpazo. Aúllo de dolor, mas no me detengo a dejar que me siga atacando. Mis garras y colmillos también desgarran su carne. Su sangre negra mancha mi pelaje blanco, y aunque la impresión de ver a esta cosa me deja un poco paralizada, no puedo detenerme en este momento.La criatura vuelve a arremeter contra mí, esta vez le empujo con fuerza contra un árbol. El tronco se quiebra en el proceso y le cae encima aplastándolo contra el suelo. Por un momento se queda atrapado allí, removiéndose como u
CAPÍTULO 85: MOONLIGHTGaiaLas horas pasan y la herida en mi hombro no parece tener intenciones de sanar por sí sola. Es extraño, porque la debilidad del hechizo ya se ha disipado casi por completo. Nikolai y yo hemos intentado avanzar un poco por el lugar, pero debido a que estoy muy malherida, en realidad casi no hemos recorrido nada para volver.—Esto es inútil, no creo que haya una salida por este camino —me quejo luego de un rato.—Si nos detenemos, nunca lo sabremos —refuta con una voz firme pero tranquila.Me siento sobre una roca con la respiración agitada, ya no puedo avanzar más.—¿Estás bien?—No, no lo estoy. Necesito volver al castillo antes de que esas cosas se atrevan a hacerle algo a mi hijo.—Sigues llamándolo solo tuyo, es nuestro, Gaia —protesta él acercándose a mí.Le miro desafiante, pero no me atrevo a contradecirlo en este momento.—¿Qué te dijo tu padre en la visión de la bruja? —pregunta de pronto.Con todo el revuelo de lo que sucedió, ni siquiera me detuve