CAPÍTULO 27: ¿POR QUÉ NO PUEDO RESISTIRME?GaiaDespierto con los latidos de mi corazón retumbando, la agitación en mi interior es tan grande que por un momento pienso que me encuentro en peligro, pero cuando mi vista se aclara, reconozco que todavía sigo en el mismo lugar de siempre. Para mi sorpresa, Nikolai se ha quedado dormido a mi lado. Mi primera reacción es alejarme, me doy cuenta de que me encuentro desnuda, así que busco cubrir mi cuerpo con la sábana de la cama. Con sumo cuidado me levanto de su lado y busco rápidamente otro vestido para cambiarme. Volví a entregarme a él, y es que desde que acepté ser su concubina, ha estado viniendo casi todas las noches, y aunque me gustaría decir que me obliga, que no disfruto su tacto en mi piel o que odio cada uno de sus besos… la verdad es que estaría mintiéndome a mí misma.Lo he detestado desde que lo conocí en realidad, lo odio por tenerme aquí como una prisionera y por usarme a su antojo, pero al mismo tiempo, soy tan débil ant
CAPÍTULO 28: INDIFERENCIA VS. CUIDADONikolai—¿Dónde demonios estabas?Lo primero que recibo al llegar al salón comedor es el reclamo de mi madre, y era de esperar. No sé qué pasó conmigo anoche, me quedé rendido en sus brazos después de haberle dicho que le pertenezco.Ese es un error que no puedo volver a cometer. No puedo bajar la guardia ante Gaia, tal vez debería dejar de visitarla por un tiempo.“No. No puedes alejarnos de ella. Sabes que la necesitamos”, protesta Maheegan.Evito responder a las quejas de mi lobo, y en cambio observo a mi madre con el ceño fruncido y los brazos cruzados. En la mesa Parisa se encuentra sentada como si nada tomando el desayuno.Me sorprende lo bien que se ha tomado la noticia de lo que somos, otra estaría incómoda en su lugar, pero ella parece asimilarlo muy bien.—Lo siento madre, me quedé dormido.—Qué vergüenza me hiciste pasar anoche. Los invitados preguntaron por ti, pero la novia tuvo que pasar todo el tiempo sola.—Como te dije, me quedé do
CAPÍTULO 29: UN TROPIEZO INESPERADOParisaCierro la puerta de mi habitación con un azote a la vez que limpio mis lágrimas con incidencia. Esto tiene que ser una maldit4 broma. Me siento tan furiosa que no puedo evitar golpear la mesa de mi costado. Todavía no mido mi nueva fuerza y termino haciéndola trizas.—¡Señora! ¡¿Qué pasa?!—Ese… ese imbécil de Nikolai… ¡Arg! —bramo con odio.—¿Qué pasó, mi señora? —pregunta Wise manteniendo una distancia prudencial.Ya sabe lo que ocurrió anoche después de la boda, al ser mi criada personal, es la única humana que tiene permitido saberlo.Todavía no salgo de mi asombro por haber descubierto la verdad. Sabía que había algo muy extraño en Nikolai y la gente de su reino, pero nunca imaginé que los mitos de criaturas sobrenaturales fuesen a resultar ciertos. Y mucho menos que vivieran entre nosotros aparentando una normalidad que no tienen.Aun así, la idea de que sean lobos no me desagrada en lo absoluto, de hecho, nunca me había sentido tan mot
CAPÍTULO 30: CELOSGaiaNo puedo apartar mi mirada de Nikolai, aunque sé que no debo enamorarme de él, aunque sé la clase de monstruo que es, el hecho de que esté aquí mirándome con un halo de preocupación que jamás le había notado antes, hace que mi corazón revoloteé dentro de mi pecho por mucho que intente resistirme.No sé de dónde saco fuerzas para apartar mi mano de la suya, odio sentirme así, odio que esta conexión que no pedí entre los dos me obligue a sentir algo que no sea desprecio.—Gracias, no hacía falta que hicieras todo esto.Nikolai carraspea su garganta y se acomoda en la cama.—¿Cómo se rompió ese espejo?—Soy un poco torpe, es todo —respondo poniendo la mayor distancia entre los dos. —Gaia, dime la verdad.Su cuestionamiento trae a mi memoria el recuerdo. Nikolai se inclina ligeramente hacia adelante, sus ojos negros están fijos en los míos, como si pudiera leer cada pensamiento y emoción que atraviesa mi mente. Respira profundamente antes de hablar, como si estuvi
CAPÍTULO 31: UN JUEGO PELIGROSONikolaiVer a la pequeña lubina ardiendo de celos por Parisa es un deleite para mi lobo interior. Ella no tiene idea lo mucho que me descontrola, y lo débil que empiezo a ser ante cada petición. Sé que si Gaia insiste lo suficiente tal vez podría flaquear en mi determinación, pero es verdad que estoy haciendo todo esto por protegerla.Tal vez al principio no fue así, tal vez al principio solo estaba impulsándome por mis deseos egoístas de tenerlo todo. Sin embargo, sé que si la dejase ir ahora, no podría sobrevivir sola. Sin manada ni reino, sin poder volver a Miridian por su condición de loba, y con una amenaza inerte de que si mi madre descubre que sigue viva, no me lo perdonaría y tampoco la vida de Gaia. Si la dejase ir, ella moriría. —A mí no me importa tu matrimonio con esa farsante, eres tú el que se ha dejado engañar por ella.—Tus palabras dicen eso, pero tu actitud responde a algo muy diferente, lubina. Sé que estás celosa. Gaia pone los ojo
CAPÍTULO 32: SEGUNDO ENGAÑOParisaMañana será el ritual de fertilización y la estúpida de mi doncella todavía no llega con la bruja. Camino de un lado a otro con la desesperación a punto de acabar con lo poco que me queda de mis nervios. Si no consigo ese hechizo, todos se darán cuenta de que mentí y me desecharán, tal vez me vaya peor que a Gaia.El idiota de Nikolai ha estado escabulléndose de nuevo a la torre a verla. Hace un momento creo que logré impedirlo, y sé que esa tonta vio que lo besé, pero no es suficiente si de todos modos él sigue yendo a c0gérsela. Aunque vi a su madre yendo de camino, tal vez esta noche logré frustrar sus planes.Camino de un lado a otro, esperando ver desde la distancia del paisaje nocturno la llegada de mi doncella. Pero la tonta esa, no aparece por ningún lado.Abro la puerta de la habitación, quizá con la esperanza de ir a buscarla y encontrarla por el camino, sin embargo un suave susto me toma por sorpresa cuando de pronto me encuentro con Darry
CAPÍTULO 33: IMPRUDENCIAGaiaLa oscura noche no fue suficiente para ocultar lo que vi desde la ventana. Nikolai prometió que vendría, pero no solo no lo hizo, sino que además, se encargó de restregarme en la cara cómo se besaba con Parisa por los pasillos del castillo.No pude seguir viendo más, el dolor desgarrador que sentí dentro de mi pecho fue suficiente para hacerme entender que no soy capaz de luchar contra estos sentimientos. Que por más deseos que tenga de despreciarlo, la diosa luna me ha puesto el peor reto en mi camino. “Tiene que haber una explicación, él no puede querer a esa humana”, dice Tala, tratando de justificarlo.—Olvídalo, él nos mintió. Te advertí que te habías equivocado.“La diosa no se equivoca, eso no puede ser”.A pesar de su reticencia a aceptar la realidad, percibo la furia de mi loba creciendo en su interior. Me acomodo en la cama, intentando dejar atrás el peso de los sentimientos abrumadores que intento enterrar. Cierro los ojos y me sumerjo en la
CAPÍTULO 34: DESCUBIERTAGaiaNunca había necesitado tanto poder mover mi cuerpo como ahora, pero por alguna razón estoy paralizada en mi lugar. Estática ante la visión de la reina madre delante de mí. De todos los malditos lugares donde me pude haber metido, tenía que escoger el peor de ellos. La mujer se levanta con una mirada severa y cargada de asombro. Cuando da un paso hacia mí, solo entonces consigo mover un par de músculos en mis piernas para retroceder, pero ella acelera con una velocidad vertiginosa que me deja pasmada. Cierra la puerta empujándome contra ella de forma violenta, enseñándome sus feroces colmillos. En este momento he olvidado que soy una loba; el miedo me deja tan catatónica como un muerto. —¡Maldit4 desgraciada! ¡Se supone que estabas muert4! ¡¿Cómo sobreviviste?! —Ah… —Me quedo sin palabras. Ahora veo que Nikolai no mentía.—¡Habla! —grita, su voz resonando como un trueno en la sala. Sus manos se aprietan en mis hombros, sus garras se hunden ligeramente